En una provincia que tiene minería, energías renovables, vitivinicultura y una industria que todo el tiempo se reconvierte para sobrevivir en contextos nacionales adversos, surge una pregunta recurrente: ¿qué ventajas competitivas pueden tener los industriales sanjuaninos? Ahí es donde aparece el valor agregado de un desarrollo tecnológico a la altura de las necesidades, una incorporación de la IA en las empresas y procesos, y una capacidad exportable de esa economía del conocimiento. En ese marco, la industria local, que cierra septiembre conmemorando su mes aniversario, avanza con cada vez más apertura hacia esas herramientas. Y cuenta con acompañamiento del Gobierno sanjuanino, que ya lleva invertidos $250 millones en fortalecer la economía del conocimiento de las empresas industriales de la provincia.

El propio secretario de Economía del Conocimiento, que depende del Ministerio de la Producción, reconoce que la incorporación de la industria a esta nueva tendencia es “disímil”, pero que el interés “es enorme y crece muchísimo”. Germán Von Euw amplía el concepto: “Al principio la mayoría no sabía de qué se trataba, pero es algo en lo que se comenzó a crecer. La economía del conocimiento, que involucra tecnología más talento, en San Juan no sólo llega hoy a sectores más tradicionales como el desarrollo de software y de servicios informáticos, sino que además la industria provincial cuenta con importantes avances en biotecnología, nanotecnología volcada a la minería, genética para mejorar semillas en contextos de sequía y muchas otras áreas de investigación y desarrollo, de la mano de las universidades locales y con apoyo de financiamiento oficial”.

Aplicación. La minería y las fábricas en general se van beneficiando con la generación de recursos de IA que vuelve más eficientes sus procesos. Algunas usan nanotecnología.

La asistencia económica a la se refiere Von Euw son los $200 millones otorgados hasta ahora para el desarrollo de proyectos de tecnologías y de IA aplicada a la industria, más otros $50 millones destinados a la “sensibilización” frente a ese tema, es decir, una guía inicial, un punto de partida a las empresas para que puedan decidir qué camino tomar en su ingreso a la economía del conocimiento.

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“El Estado brinda las herramientas a través de sus programas, pero es el sector privado el que avanza y se potencia. Sin los privados, esto no tiene sentido”, asegura el funcionario.

Los fondos otorgados deben ser gestionados responsablemente. Realizamos mucho control”.

El aporte estatal proviene de fondos totalmente provinciales, sobre todo del fideicomiso minero creado por ley provincial, para que las empresas accedan a Aportes No Reembolsables (ANR), orientados a áreas estratégicas como inteligencia artificial, software, biotecnología, climatech, minería 4.0 y energías renovables, entre otras.

Todas las áreas. Las diversas áreas de la industria local tienen posibilidades de mejorar procesos y exportar conocimiento con el desarrollo de las tecnologías.

“El impacto que hemos tenido de la economía circular en la industria sanjuanina ha sido muy grande”, evalúa Von Euw. “De cada convocatoria que hacemos para estas herramientas, siempre su supera las expectativas de inscripciones.

La mayoría de los proyectos de economía del conocimiento con ARN ya están en la última etapa de ejecución”.

Al programa que financiaba $10 millones por proyecto, había cupo para 20, pero se terminaron anotando casi 50. O sea que la demanda local es altísima”, concluye.

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Por Myriam Pérez y Diego Castillo
DIARIO DE CUYO