En la antesala de las elecciones intermedias y tras un mes de alta volatilidad cambiaria, la inflación mostró una leve aceleración y cerró con un avance de 2,1%. Se trató del IPC más alto desde abril (2,8%).
La suba de precios acumuló 22% en lo que va del año y fue de 31,8% en los últimos doce meses según informó esta tarde el Indec. La inflación núcleo, que no contempla subas estacionales ni reguladas, mostró un avance de 1,9%, una desaceleración de una décima frente a agosto.
La división de mayor aumento en el mes fue Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (3,1%) por los aumentos en Alquiler de la vivienda, seguida de Educación (3,1%). Alimentos y bebidas subió 1,9%, y fue, como es habitual, el capítulo de mayor incidencia en el índice.
El alza de los precios estuvo en torno a lo esperado por el mercado, que había pronosticado una leve aceleración y rompió del techo del 2% -tras mantenerse por cuatro meses- luego de que el dólar minorista se disparara a $1.515 a mitad de mes pasado. Pero, gracias al anuncio del auxilio de los EEUU, el tipo de cambio terminó cerrando con un alza de sólo 1% en el mes (en el Banco Nación pasó de $1.385 a $1.400).
El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) -que elabora el Banco Central (BCRA) entre consultoras, bancos y otros actores del sector privado- había estimado una inflación mensual de 2,1% para septiembre. Quienes mejor proyectaron esa variable en el pasado (el llamado “Top 10″) también reportaron una inflación de 2,1%.

