Investigadores de Argentina, Italia y España, liderados por Liliana Martínez de la Universidad Nacional de Cuyo, probaron un tratamiento de pulverización de agua sobre la canopia como estrategia de mitigación para aliviar el estrés de la vid y mantener la calidad de las uvas durante las olas de calor, según publica el Observatorio Vitivinícola Argentino.

La investigación y sus resultados fueron publicados en la revista científica OENO One en 2024 y lleva la firma de Alena Wilson, Marta Dizy, Deolindo Domínguez, Maria Inés de Rosas, Yesica Baldo, Luciana García, Raquel Gargantini, Leonor Deis y Liliana Martínez*

En la actualidad el cambio climático está afectando la calidad de las uvas destinadas a vinificación a nivel global. El impacto de los eventos climáticos extremos, como son las olas de calor, durante períodos cortos es cada vez más reconocido como un riesgo serio tanto para la calidad como para el rendimiento en kilogramos de uva.

En este estudio, se evaluaron los efectos de la mitigación de un tratamiento de pulverización de agua pulsada sobre la canopia de plantas de vid durante olas de calor (HW) y se evaluó su impacto sobre diferentes variables fisiológicas, como así también sobre el rendimiento y calidad de las uvas.

Se empleó un viñedo experimental ubicado en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina en la que se cultivaron tres variedades tintas: Malbec, Bonarda y Syrah .

Las plantas fueron tratadas pulverizando agua sobre las hojas durante los días en que tuvieron lugar las olas de calor. Se emplearon aspersores Pulsar ubicados por encima de la canopia.

Se definió una ola de calor como un periodo de dos o más días con temperaturas mínimas superiores a 21 °C y máximas superiores a 35 °C. Durante los meses de enero y febrero de la temporada de crecimiento de 2023 se identificaron dos olas de calor.

Semanalmente, se recolectaron muestras de bayas desde envero (cambio de color de las uvas desde verde a tonos rojizos, azules o negros) hasta la cosecha.

Durante cinco fechas de muestreo, se midieron el Potencial Agua de la Hoja y del Tallo (LWP, SWP), la Conductancia Estomática (gs), la Temperatura de la Hoja (LT), la Temperatura de la Baya (BT), el Contenido de Clorofila (CC), la Fluorescencia (Fv/Fm) y el Índice de Rendimiento (PI) de la clorofila, en varios momentos del día para evaluar las respuestas fisiológicas de las plantas de vid en las 3 variedades.

Por otra parte, también se recolectaron bayas en cada fecha de muestreo y a cosecha, registrándose el peso de la baya, el contenido de sólidos solubles totales y el pH.

En las vides tratadas (Trt), LWP, SWP, Fv/Fm, PI y gs fueron significativamente más altos y LT fue más bajo que en las vides controles (Ctl) durante la segunda ola de calor, la que fue más larga y más intensa que la primera.

Una semana después de la ola de calor más severa, LWP, SWP y gs permanecieron significativamente más altos en Trt que en Ctl, demostrando que las plantas presentaban un menor estrés fisiológico en Trt.

A cosecha, también se registraron la concentración de antocianas en bayas, el perfil de antocianinas, el índice total de polifenoles (TPI), el rendimiento en kilogramos de uva, el número de racimos y su peso promedio, el peso de la baya, el contenido de sólidos solubles y el pH. El peso del racimo y kilogramos de uva por planta fue significativamente mayor en Trt que Ctl para las 3 variedades.

No se registraron diferencias en la concentración total de antocianinas. Estos hallazgos indican que las vides sometidas a un tratamiento de mojado de las hojas dirigido durante las olas de calor experimentaron menos estrés fisiológico y son capaces de producir más uva, sin modificar la calidad de las mismas.

Es importante señalar que el tratamiento utilizado no implicó un incremento del riesgo de posibles enfermedades fúngicas, dado que el clima seco de Mendoza favoreció una rápida evaporación del agua. En consecuencia, esta práctica podría servir como una estrategia valiosa para mitigar los efectos adversos de las olas de calor y probablemente ser empleada también para combatir las heladas durante el invierno.