Una inversión sanjuanina dará al sector de la generación fotovoltaica una solución para el descarte de unos 200.000 paneles solares al año. Se trata de una planta que desarma y recicla las placas dañadas u obsoletas, que ubicarán en Ullum. En un principio tomarán 10 operarios, aunque esto puede crecer si tienen más demanda. Debido a que son componentes electrónicos, los productores de energía deben certificar que las piezas tienen una disposición final segura. Hasta ahora, al no haber quien hiciera este trabajo, debían guardar las piezas en desuso. Con esta nueva iniciativa, recuperarán los componentes para luego venderlos o reutilizarlos, cerrando un ciclo de economía circular.

La empresa que instalará la planta de recuperación se llama Residux, que es de capitales sanjuaninos. Una de las directivas de la firma, Marcela Castro, explicó que es una iniciativa en la que vienen trabajando y que está a punto de empezar a trabajar, una vez que obtengan la declaración de impacto ambiental. El proceso de evaluación se encuentra prácticamente terminado, porque tuvieron hace algunas semanas la audiencia pública en el departamento y ya cuentan con un predio donde instalarán la planta. Una vez que cumplan con estos procesos administrativos, empezarán una inversión en dos etapas, en las que la primera será por 30 millones de pesos y que luego planean ampliar a 100 millones de pesos.

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La municipalidad cedió un terreno en comodato para que la empresa pueda instalar la planta en el departamento.

La decisión de ubicar la planta en Ullum, dijo Castro, se debe a dos factores: primero tiene que ver con que es el departamento con mayor cantidad de superficie de paneles solares. En esa zona están el grueso de los proyectos de gran tamaño de la provincia, ya que fue el primero que tuvo infraestructura destinada a este tipo de iniciativas. Hay desde parques del estado, que gestiona el EPSE, a otros de grandes inversores privados. Pero, además, dijo la ingeniera, ella empujó para que se hiciera en este lugar ya que ella es ullunera y porque busca que se generen oportunidades de trabajo.

Es que la planta de recuperación y reciclado ocupará al principio a 10 personas, que buscan que sean todas del departamento. “Ullum lo merece y la gente del departamento también, porque es un gran generador y también porque entendemos lo difícil que es acceder a puestos de trabajo en este momento”, dijo la empresaria. Debido a que se trata de un trabajo que debe cumplir con criterios técnicos y de higiene y seguridad, la empresa empezará a dictar cursos y formaciones para lograr tener mano de obra capacitada para cuando inicien el procesamiento de los paneles. Según dijo Castro, en una primera etapa solo necesitarán este grupo de trabajadores, pero esperan poder ampliar la necesidad.

Desde Residux creen que contarán con una alta demanda para el servicio que ofrecen. Según dijo, en diálogo con los generadores, sobre todo los que tienen grandes parques solares, les han planteado la necesidad que tienen de retirar los materiales en desuso y también obtener el certificado de disposición final. Este documento les permite acreditar buenas prácticas ya que no pueden solo tirar los paneles que ya no funcionan. Castro contó que solo uno de los interesados les planteó que tienen “más de 80.000 paneles que necesitan entregar”. Calculó que anualmente tendrán hasta 200.000 piezas que deben desarmar y reciclar.

El proceso

Los paneles solares están compuestos entre un 10 al 25% en aluminio, detalló la empresaria. Además, cuentan con una cantidad similar de los componentes solares y electrónicos. Estos dos últimos son los que deben tratarse con protocolos de seguridad ya que son considerados materiales peligrosos. Según dijo Castro “hemos hecho estudios y las trazas de peligrosidad son mínimas”, pero aun así deben tener un protocolo para que el descarte no implique contaminación ambiental.

En una primera etapa lo que harán será recibir los paneles, separarlos tras una primera inspección ocular y separar según si son piezas dañadas, como por ejemplo con las tormentas de granizo, o si son tecnología que quedó obsoleta y el generador los quiso reemplazar. A partir de ahí, el personal que formarán hará una separación y desarmado de las piezas según si son o no residuos electrónicos. En una primera etapa la empresa planea solo revender el aluminio, pero ya están trabajando en un proyecto para darle una nueva vida útil al resto de los componentes.

Marcela Castro contó que están trabajando con la UNSJ para “desarrollar un laboratorio que nos permita reutilizar el resto de las partes, para poder llegar a completar un proceso de economía circular”. Es en este proceso en el que invertirán en la segunda etapa unos 70 millones de pesos más. Para eso están buscando alternativas de recuperación y trabajo con el resto de los elementos. Además, no descartan que puedan existir posibles alianzas con el EPSE, una vez que la empresa estatal inicie la producción de sus propios paneles. Según dijo, hay múltiples alternativas a futuro y creen que la planta ullunera se convertirá en una referente nacional.