Fernando amante del ritmo latino, cuenta su historia hasta llegar a ser docente de la disciplina. “Estaba terminando el colegio con 17 años y siempre me llamó la atención el tema del movimiento. Participaba en los actos de la escuela, me gustaba bailar mucho y demostrar hacía y moverme. Cuando terminé el colegio, 2006 estaba haciendo la pasantía en el Municipio de la Capital y ahí conocí a unas personas que iban a tomar clases de salsa y me invitaron a la estación San Martín, probé porque era un grupo de gente adulta. En ese entonces no estaba muy desarrollada como disciplina esta danza. Pero gracias a esa oportunidad es cuando comencé a tomar clases, me encantó y a los dos meses ya estaba arriba de un escenario. Lo que sentí, hay que traspasarlo, esa mezcla de sensaciones cuando estas arriba del escenario, la adrenalina, los nervios, la concentración, la motivación. Es entonces, cuando decido que sea parte de mi vida. Pero mientras, empecé a estudiar derecho, el primer año llevaba a la par el estudio y las clases. Pero, a su vez, ya había decidido proyectarme como bailarín de competencia en San Juan. Comencé en el instituto Hechizo Calé, realizando un taller, luego pasé al Estudio Coreográfico Argentino, de Violeta Pérez Lobos, fue allí donde recibo mi formación como bailarín y en lo artístico también.

2-1-728x484 En ese instituto había una pareja, referentes de la salsa a nivel Provincial y Nacional, muy focalizados en la competencia. Era lo que en ese momento deseaba yo, maestros expertos, clases, aprendizaje y competencia.

La competencia en este baile en San Juan, hizo que la disciplina creciera mucho, fue un punto importante para la evolución.

Con 19 años en el 2008, 2009 y 2010 fueron años donde competía mucho y además, viajaba por distintas provincias de Argentina y Chile.

Como competía llevaba muchas horas de ensayo y de salón y por lo tanto no se complementaba con mis estudios de abogacía. A parte, sentía que el derecho no me llenaba y fue una de las mejores decisiones, dejar la carrera.

A fines del 2010 la bailarina con la estaba participando en las competencias deja de bailar conmigo, mis profesores dejaron de bailar, y yo sentía mucha admiración por ellos y además creía que en otro lado no iba a poder desarrollarme artísticamente. Al ser un ambiente reducido el de la salsa, quienes iban trabajando de manera más comprometida llamaba la atención, entonces no había tantos espacios de formación y de desarrollo técnico. Por lo tanto dejo la competencia y empecé el gimnasio para seguir moviéndome. Luego conocí a Estela Luna, una bailarina de salsa, que me propuso volver a bailar, empezamos a ensayar, a conocernos, a ver si nos complementábamos como pareja. Nuestros ensayos eran en un Instituto en Rawson dedicado a la danza árabe, su dueña nos propuso que diéramos clases allí. Es a partir de esa propuesta cuando comencé con la docencia y la búsqueda de cada vez más conocimientos y experiencias. Al ser relativamente una danza nueva, está muy expuesta a modificaciones, debido a su proceso de construcción, ya que no es como la danza clásica, española, árabe, etc. A pesar de que hoy todos la conocen, no todos la pueden bailar. Otra cosa que tienen los ritmos latinos es que a medida que pasa el tiempo están expuestos a la fusión y a las mezclas. En todo este proceso no sólo me dediqué a las competencias, a dar clases, también hubo muchos talleres y cursos que tomé en todas partes de Argentina. He tenido la posibilidad de participar en congresos mundiales con el privilegio de tomar clases con los creadores de los estilos, respecto a la salsa y bachata, chachachá y afro cubano, todos referentes conocidos. Por eso primero debí formarme para luego mostrar lo que aprendí, en principio en un escenario y luego poder trasmitirlo a los alumnos. Cuando comencé con la enseñanza descubrí esa pasión por la docencia (desde el 2011 al 2013).

Luego surge una posibilidad de ir al circo Servian, algo que no me gustaba porque si bien yo trabajaba con lo artístico, dejar de lado todo para hacer otra cosa distinta no quería. En el medio de esto, hubo un montón de Fiestas del Sol, programas de formación para bailarines profesionales, etc. La Fiesta del Sol creo que es un espacio de compartir donde nos encontramos todos los artistas de San Juan en distintas ramas, con maestros y referentes que vienen trabajando hace mucho y con gran experiencia. Es a través de mi participación, cuando me empieza llamar la atención el teatro. 2013 mi primer Fiesta del Sol que trató de la “Mujer Argentina”.

Después estuve en varios institutos situados en el centro de la provincia dando clases.

Fines del 2014 presentamos una obra en el Teatro Sarmiento llamada “Bar, fuego latino” una danza, teatro. Allí presentamos el nombre “Fuego latino”, nuestro espacio artístico. Fue un año de muchos viajes a Buenos Aires para mi formación artística.

En 2015 empecé a buscar lugar para tener mi espacio propio, pero lo económico no ayudaba, por lo tanto alquilaba espacios en diferentes institutos. La idea siempre fue compartir con otros colegas un espacio para que ellos pudieran desarrollar su identidad también.

Este año, por fin, conseguimos tener un espacio propio y exclusivo, siempre compartiendo con colegas que no tienen la posibilidad de tener un espacio.

Hace varios años que hacemos danza teatro, donde me gusta contextualizar todo el desarrollo técnico de aprendizaje, darle un contexto de historia a la hora de mentar la puesta en escena. En el 2013 hicimos una obra en el Teatro Sarmiento que se llamó “El Bar”, fue un desarrollo típico de un bar yanqui. María Soledad Quinto es maestra, es licenciada en composición coreográfica en la Universidad Nacional de Arte y licenciada en actuación de la misma institución, con ella trabajamos desde hace años, a la hora de idear una obra.

No es obligatorio para mis alumnos participar en las obras, hay gente que le gusta aprender a bailar y divertirse, nada más. Otros que sí les gusta participar.

No existe una carrera de ritmos latinos en ninguna parte del mundo, por lo tanto no somos institucionales, es una disciplina relativamente nueva que empezó a desarrollarse en los años 60″ y 70″ y es aquí donde comienza a desarrollarse el concepto de salsa como tal, porque como género musical no existe, es algo que es una mezcla de un montón de ritmos que provienen del Caribe. A Estados Unidos les llamaba la atención como se movían y conectaban los caribeños, esto al lado del country, una forma distinta de expresión que tenía que ver con el zapateo y moverse en el espacio, y de momento llegan los afro descendientes a soltar todo el cuerpo. Eso somos en América una gran mezcla cultural . 4-677x728

Las clases en nuestro espacio son desde iniciación del movimiento de 3 a 80 años. Una de las características más importantes de la disciplina que realizo es que abarca un rango etario super amplio. No es necesario para aprender a bailar un compañero, nosotros tenemos clases de pasos sueltos donde aprendes a bailar individualmente con una guía técnica. También podés hacer baile en pareja.

“Fuego latino” es un espacio artístico que compartimos con otros colegas, por ejemplo hay clases de canto “Tiempo de canto” con Ana Belén Toledo, folklore “Alma Cuyana” con Bibiana Quiroz y Vanesa Quiroz, ritmos urbanos con Tania Ruades. Es decir lo que en un momento yo hacía en diferentes espacios, hoy yo lo ofrezco a otros colegas y artistas, de poder sostenernos entre todos y poder hacer un poco más liviano la situación laboral. La danza independiente siempre fue un sector vulnerable, por ello compartimos con parcialidad nuestro espacio. Espacio de formación artística de ritmos latinos
El costo de clases es de $15.000 son 8 clases al mes
$20.000 las 16 clases 
$25.000 el pase libre

El Dato:
Instagram: _fuego_latino_sj
Dirección: Av. Córdoba 567 1° piso
Contacto: 2644762301