La bienvenida sonó a reprimenda. Pero, en realidad hizo referencia al exigente protocolo que todos, sin distinción de rango, deben respetar dentro de la planta para cumplir con la misión que se impuso la empresa: mejorar la calidad de vida de los pacientes de Latinoamérica donde exporta el 70% de su producción. Y recurre a la tecnología de avanzada y a la calidad de su capital humano para alcanzar este objetivo. Es Adium (Exlaboratorios Raffo), la farmacéutica modelo en San Juan que abrió sus puertas a la prensa para mostrar el sorprendente mundo de la elaboración de medicamentos.

El recorrido por las instalaciones arrancó luego de una charla donde los principales directivos de Adium San Juan hablaron sobre la actualidad de la empresa y de su futuro, tras la puesta en marcha de la nueva planta que permitirá aumentar la producción en un 60% y generará 150 nuevo puestos de trabajo.

De ahí en más, todo fue sorprendente. Incluso desde la antesala del ingreso a la planta de producción donde hubo que obligatoriamente colocarse sobre la vestimenta un pantalón, una bata, una cofia y cubrecalzado para pasar al siguiente nivel desde donde ya se pudo percibir un ambiente 100% estéril y controlado minuciosamente para no alterar la calidad de los 120.000 comprimidos que se producen por hora.

La visita guiada estuvo a cargo de Hernán Pereiro, Gerente de Adium San Juan, quien no sólo se encargó de explicar el proceso completo de la elaboración de los medicamentos, desde la transformación de la materia prima en producto farmacéutico listo para consumir (Ver a parte), sino también en mostrar la tecnología utilizada en este proceso y revelar algunos datos referidos a las condiciones de trabajo para lograr una producción de excelente calidad. Y que parecen hasta sacadas de una película de ciencia ficción. ‘El proceso de producción arranca con el fraccionamiento de la materia prima que se realiza en una cabina donde se controla el flujo del aire ambiente para que no genere turbulencias que puedan dispersar las partículas’, dijo Pereiro mientras tras el cristal se pudo observar a los operarios fraccionando la materia prima bajo estrictas medidas de seguridad personal y de elaboración. Además del ambo sanitario, la cofia y el cubrecalzado, también usan gafas y máscaras para protegerse.

Para pasar a la siguiente sala y continuar observando la cadena de producción, hubo que aumentar las medidas de seguridad para preservar la calidad de la producción. Los visitantes tuvieron que colocarse un guardapolvo blanco sobre el ambo sanitario y doble cofia y cubrecalzado para avanzar, poniendo a prueba la resistencia. Es que en cada antesala desde donde se puede observar cada etapa de la producción tiene un microclima especial para garantizar la calidad del producto. Con filtros se logra controlar la temperatura y humedad del aire, logrando un ambiente en un 99,97% esterilizado. ‘Todo movimiento, toda acción se controla para no contaminar la producción. Cada máquina tiene un procedimiento de lavado diferente y se lava cada vez que se cambia de producto. A su vez, el personal también debe cambiarse con vestuario nuevo cada vez que sale y vuelve a ingresar a la sala o después de lavar cada equipo. Adium San Juan tiene su propia lavandería donde se procesa 600 kilos de ropa por día’, dijo el gerente.

Tras dos horas y media de recorrido, se llegó al área de control de calidad previo a que el producto salga a la calle. En este sector trabajan 200 personas y se concentra gran parte de los equipos de última generación y de mayor costos que posea la farmacéutica como son los cromatógrafos líquidos de alto rendimiento que cuestan unos 100 mil dólares cada uno. Adium San Juan tiene 40. Pereiro contó que la producción de un remedio, desde el fraccionamiento de la materia prima hasta el envasado, dura 40 días.

> En crecimiento
La obra civil de la nueva planta de Adium San Juan estará lista en marzo del 2026. Y estiman que en noviembre del año que viene comenzará a funcionar este anexo que permitirá aumentar la producción de remedios en un 60%.

Fraccionamiento. Es el inicio del proceso de producción. En esta etapa se fraccionan y pesa la materia prima para producir in lote estandar de producto. Se hace dentro de una cabina con flujo laminar de aire que no genera turbulencia. El operario usa protector de respiración.
Mezclado. En esta etapa se realiza el mezclado para homogeneizar el principio activo dentro de la masa de producto, para que la proporción sea igual en toda ella. La mezcladora tiene capacidad para 400 a 500 kilos, aunque se le hecha menos cantidad para un perfecto mezclado.
Amasado. Esta etapa es para homogeneizar las distintas densidades de la materia prima. Se mezclan los productos sólidos con los líquidos (agua o alcohol etílico). Se obtiene un granulado que pasa a un horno para su secado y conversión en polvo con el que se preparan los comprimidos.
Compresión. El polvo obtenido se carga en las tolvas que, a través del uso de punzones lo comprime para formar los comprimidos, según el tamaño y diseño programado. En esta área se utiliza una comprimidora alemana de acero inoxidable que tiene un valor de 1.700.000 euros.
Recubrimiento. En esta etapa, los comprimidos se descargan en una paila grande de tambor horizontal provista de pistolas de pintado para recubrir los comprimidos con polímeros que tienen distintas funcionalidades como mejorar el sabor de los mismos.
Control de calidad. En esta etapa la misión es garantizar la seguridad de producto y cumplir con los estándares de calidad, mediante el uso de sustancias químicas. También se realiza un test de disolución en un aparato que simula el organismo humano.