No alcanzó con la reacción del complemento. Boca se quedó con las manos vacías ante el Bayern Munich después de haber remontado la historia adversa del primer tiempo. Estuvo cerca de la épica con el empate transitorio de Merentiel pero terminó perdiendo 2-1 y ahora, para clasificar ya dependerá de su resultado ante el Auckland y de lo que Bayern haga ante el Benfica.

Chance. Kane intenta pero Di Lollo llega con lo justo. Boca acarició el empate pero se quedó con las manos vacías, después de un gran segundo tiempo.

No fue el mejor arranque para Boca desde lo táctico. Exageradamente retrasado, le dejó todo al Bayern que con Olise y Coman bien abiertos, desnudó todas las limitaciones de Boca en defensa. Y así, empezaron los sufrimientos. A los 7′ un corner del propio Olise terminó en gol pero fue anulado por falta a Marchesín. Pero fue todo un aviso porque Boca siguió sin encontrar la pelota, corrió de atrás al Bayern y a los 18′ Kane definió de frente solo, tras un rechazo corto de Advíncula. Un golpe duro para Boca que vivió los peores momentos de esta primera etapa. Coman erró un gol increíble. No había reacción en Boca y eso fue lo más preocupante. Recién a los 31′ pudo inquietar a Neuer con un tiro libre de Zenón que obligó al arquero alemán. De inmediato, la contra del Bayern metió miedo cuando Olise llegó vacío y Marchesín lo anticipó. Boca tomó aire, fue al frente y otra vez Zenón sería protagonista cuando Neuer sacó un remate tremendo del ex-Unión. Se fue así el primer tiempo de un partido al que Boca siempre sufrió.

Presión. Zenón y Belmonte no le dan lugar a Gnabry. Boca cambió a tiempo.

En el complemento, Boca debía ser Boca. Responder a su historia. Jugarse el resto. Lo decidió y le salió. Se acomodó mejor, luchó más, cerró espacios y el Bayern ya no estuvo tan cómodo. Y claro, en ese escenario Boca tenía que tener la suya. Y no la dejó pasar porque a los 21′ el capitán Merentiel armó una corrida épica y definió ante Neuer para poner el 1-1 que premiaba la apuesta corajuda de otro Boca. Bayern ya no tuvo los espacios, no pudo jugar cómodo y Boca asumió que lo podía complicar aún más. Y a los 39′ cuando parecía que se terminaba en empate, Olise aprovechó una serie de rebotes para poner el 2-1 definitivo.

El buen segundo tiempo de Boca no tuvo el premio que mereció y se quedó con las manos vacías cuando mostró su mejor faceta en Miami.