A pedido del fiscal coordinador de la UFI de Delitos Informáticos y Estafas, Pablo Martín, la jueza, Verónica Chicón, dictó ayer la rebeldía y ordenó la captura de una joven de 22 años (se llama Yamila Agustina Olivera Narváez), porque el pasado miércoles le dieron prisión domiciliaria (hacía pocos días que tuvo un bebé), pero tres horas después pasaron a ver si estaba en su casa del barrio Valle Grande, en Rawson, y ya se había ido. El mismo resultado obtuvieron el jueves y ayer temprano. Ayer, la joven iba a quedar formalmente imputada de estafa, porque las cámaras de un banco registraron los dos momentos en que concurrió para sacar los 6 millones de pesos de la cuenta de una mujer.

Según Fiscalía, una apoderada de esa mujer le había comentado a la sospechosa que no podía acceder a la cuenta y Olivera se ofreció a ayudar: le pidió usuario y contraseña para hacer un intento, pero sacó el dinero y luego nada le dijo. La prófuga ya tenía otro pedido de captura del año pasado, por otra estafa, pues está involucrada en un caso donde a una mujer le pidieron la plata que tenía para pagar un servicio a cambio de cancelar su deuda con una tarjeta, que era robada, dijeron fuentes judiciales.