El próximo 25 de agosto arrancarán las audiencias del juicio, en el que se producirá la prueba para que la jueza, Carolina Parra, resuelva si el enfermero, Marcelo Gerardo Acosta (50) debe o no ser condenado por el homicidio culposo de una paciente en el hospital Guillermo Rawson. Susana Dora Molina (57), falleció el 7 de setiembre de 2023, porque no aspiraron o limpiaron las secreciones de la cánula de la traqueotomía que le habían puesto luego de que sufriera un ACV (Accidente Cerebro Vascular). El fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Iván Grassi, sospecha que esa limpieza debió efectuarla Acosta, porque a él recurrieron cuando no la notaron bien, tanto una hija como la nuera de la víctima que fue al hospital a relevarla. Es más, la propia Susana Molina había escrito en un papel que llamaran a una enfermera para que aspirara su cánula tapada de secreciones, poco después de las 13 de aquel nefasto 24 de agosto de 2023.
Tanto Fiscalía como los abogados de la familia de la fallecida, buscarán que al final del debate oral y público, Acosta sea condenado a 3 años de prisión de ejecución condicional (sin encierro) y 8 años de inhabilitación para ejercer como enfermero. Por el contrario, el defensor del acusado, Hipólito Fernández, intentará desligarlo porque, a su entender, no pueden responsabilizar a su cliente por las fallas del sistema de salud del hospital público y por el estado terminal de la paciente, indicaron fuentes judiciales.
Molina había sufrido un ACV el 11 de julio de 2023. Fue atendida en el hospital Marcial Quiroga y de ahí derivada al hospital Rawson, donde permaneció unos 10 días. Luego pasó al hospital de Pocito, donde estuvo internada una semana y debió reingresar a terapia intensiva del hospital Rawson el 11 de agosto de aquel año, luego de sufrir una infección.
Luego de unos días mejoró y pasó una sala del área de Clínica Médica a las 12,30 del 24 de agosto, con la indicación precisa de los médicos para que personal de salud limpiara la cánula, pues así evitaban obstrucciones que impidieran el paso del oxígeno. Según Fiscalía, sobre las 13 la mujer comenzó a mostrar malestar y hasta escribió en un papel que buscaran a una enfermera que aspirara ese conducto, pero tanto su hija como una de sus cuñadas, luego, recurrieron a Acosta en varias oportunidades sin lograr que fuera. Recién fue a verla a eso de las 17,15 y se demoró al menos 15 minutos en volver con el kit de limpieza, tiempo en el que la víctima sufrió un paro cardíaco que la sentenció.

