Los casos de violación y abuso sexual que se están sucediendo en la provincia, cada vez con mayor frecuencia, requieren de una mayor atención por parte de todos los organismos de gobierno con competencia en este tema y de la Justicia, que es la que finalmente determina sanciones que, en ocasiones suelen ser irrisorias, provocando mucha disconformidad entre los damnificados en particular y la gente en general.
Tanto la violación como el abuso sexual, que pueden ser en perjuicio de adultos o menores, son delitos considerados muy graves, que deberían recibir duras sanciones con reclusiones en las cárceles por prolongados períodos, para que los autores paguen el daño cometido, que, en la opinión de especialistas, corresponde a lesiones contra la humanidad que cuesta mucho superarlas, algo que en ocasiones nunca se logra durante toda la vida.
Uno de los últimos hechos que hemos tenido en la provincia corresponde a la violación de una joven, por parte de dos individuos, que se encontraba con su novio en las inmediaciones del predio de la Costanera, en el departamento Chimbas. Si bien se trabaja intensamente en la identificados dos presuntos autores de este aberrante delito, hace falta que la Justicia proceda determinado fehacientemente la autoría, aplicando las sanciones correspondiente que se espera sean las más duras que la legislación en vigencia permita.
La Justicia, de contar con pruebas contundentes como en este caso y otros tantos en los que el delito fue evidente, no puede dudar en sancionar con la mayor dureza hechos de esta naturaleza, porque de lo contrario nos encontramos en un par de años nuevamente en la calle con violadores que son un potencial peligro para la sociedad ya que está comprobado el elevado porcentaje de reincidencia de este delito, al tener un origen psicológico y compulsivo.
El Código Penal establece para los delitos contra la integridad sexual, cualquiera fuese la edad de la víctima y las circunstancias, una pena de reclusión o prisión que puede ir de los diez a quince años. Ante este rango la Justicia no debería dudar en aplicar el máximo de los años, ya que si se opta por la menor cantidad se corre el riesgo de que el victimario quede en libertad en un tiempo que no es excesivo ante la gravedad de su accionar.
Si bien el procedimiento de atrapar a los delincuentes se suele hacer de manera efectiva y en tiempos correctamente determinados, el problema se establece con las penas que imponen, que en la opinión de la gente suelen ser muy livianas y no dejan conforme ni a las víctimas ni a sus allegados, pero eso es tema de otra discusión.
Hay que tener en cuenta el daño moral que puede llegar a ocasionar un hecho de violación que no quede debidamente resuelto.
Los dos o tres casos de violación o abuso sexual que, en promedio, se han registrado en la provincia en los últimos meses es un dato revelador de cómo este fenómeno está avanzado en nuestro medio y en el que habrá que trabajar en distintos frentes para controlar.
