Con la reducción del impuesto PAIS del 17,5% al 7,5%, retrotrayéndolo al nivel previo al 13 de diciembre de 2023, se apuesta a que haya una baja generalizada de los precios de bienes y servicios o fletes, con lo que se profundizaría el proceso de desinflación que se ha comenzado a transitar.

La rebaja del impuesto PAIS es una de las medidas implementadas por el Gobierno nacional para disminuir costos, junto a la eliminación de las retenciones de IVA y ganancias a los pagos con medios electrónicos, la baja de aranceles de importación y la eliminación de trámites burocráticos en la cadena de comercialización de productos como la yerba y el vino.

Es un hecho que la rebaja de la alícuota de este impuesto impacta en los precios de bienes con alto componente importado, por lo que puede darse el caso de que el efecto de disminución del precio se retrase hasta que se produzca todo un nuevo proceso de importación, lo que generaría una demora en ver los resultados que el Gobierno considera que se van a cumplir.

Varios sectores de la producción consideran que el efecto más relevante que tendrá esta reducción se lo observará sobre la competitividad y no tanto sobre la inflación. Lo importante es que se trata de una medida tendiente a ir acomodando el panorama de la comercialización a fin de que la gente vea que los precios pueden bajar o, al menos, mantenerse en las góndolas.

Con la reducción del impuesto PAIS el Gobierno realiza una fuerte apuesta a sepultar definitivamente la inflación -mientras se avanza en su eliminación definitiva-, y es por eso que es fundamental observar si comienza a trasladarse a los precios, especialmente en sector de los supermercados.

Otro aspecto que se espera es que la medida implicará un abaratamiento del dólar comercial al que acceden los importadores, lo que tenderá a favorecer a los que importan bienes terminados. Esto redundará en una baja en los precios en un amplio rango de productos, incluyendo los artículos de la canasta básica como alimentos, bebidas, tocador y limpieza. Productos como el café, atún, palta, banana, galletitas y electrodomésticos, artículos enlatados y empaquetados podrían verse alcanzados por la reducción del tributo, al igual que las industrias de la vestimenta y la automotriz.

A los efectos de garantizar los resultados de esta reducción impositiva, el Gobierno ha establecido contacto con entidades como COPAL (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios), supermercadistas, fabricantes y distintos formadores de precios. El objetivo primordial es que todos los sectores ayuden a bajar el costo de la canasta básica de alimentos, clave para la inflación núcleo.

Teóricamente, todo este proceso debería apuntar a mejorar las condiciones de la economía, desde el punto de vista que se está haciendo una reducción impositiva. Es decir que se está tratando de establecer un menor costo para importar, lo que debería hacer bajar los precios de todos aquellos productos que entran en competencia directa o indirectamente.