Esa tarde, Franco Gómez, fue una de las figuras destacadas. Pero no por sus virtudes como arquero de un club de fútbol amateur, que participaba en otra jornada de competencia en la cancha Coralli, en Marquesado, Rivadavia. Gómez pasó a ser el sujeto a tener en cuenta, por sacar a flote su costado violento: primero, como partícipe de una pelea en el mismo campo de juego. Y, concluido el partido, con nuevos cruces y escaramuzas, primero en la zona de los baños y, luego, cuando ya se marchaban y la chispa de la rivalidad volvió a recrudecer a la salida. En este último cruce, ya contaba con el apoyo de otro jugador de su club que no fue de la partida por lesión, Julio Abdías Castro Agüero (32) que llegó a la cancha pasado de copas y terminaría arrebatándole el protagonismo a Gómez como el más violento, por lejos. Porque en ese último altercado ocurrido alrededor de las 19,30 del pasado 16 de marzo, Castro Agüero empuñó un arma, efectuó un disparo al piso y otro que perforó el abdomen de Diego Andreoni, un joven que se sumaba al tumulto, pero con ánimo pacificador.

No murió por muy poco ese mismo día, porque la bala le provocó múltiples lesiones internas y perdió mucha sangre. Sin embargo no pudo recuperarse y perdió la vida el 27 de marzo por la noche.

Entonces Gómez y Castro Agúero quedaron más complicados, porque el caso dejó de ser considerado una tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, al crimen consumado. Pero las pruebas para reforzar la teoría del fiscal coordinador, Iván Grassi, y el ayudante fiscal, Pablo Orellano (UFI de Delitos Especiales) no fueron tan contundentes sobre Gómez, porque en la sumatoria de evidencias, pesaron más aquellas que lo mostraban ajeno a los hechos inmediatos al disparo letal, pues algunos señalaron que lo habían visto pasarle el arma a Castro Agúero. El propio autor de los balazos declaró que Gómez nada tuvo que ver. Y en los próximos días Gómez podría recuperar su libertad, aunque seguiría vinculado al caso por un presunto encubrimiento, pues luego de los disparos ambos imputados se fueron juntos y el arma utilizada jamás pudo ser encontrada, indicaron fuentes judiciales.

En la próxima audiencia, Castro Agüero quedará formalmente imputado de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Gómez volvería a su casa.