A lo largo de más de 20 años como protagonista de La ley y el Orden: UVE, Mariska Hargitay confesó en Interview Magazine que terminó convirtiéndose en una “víctima de trauma secundario’ al profundizar en las cruentas historias en las que se basa la creación que ya estrenó su temporada número 26 en Estados Unidos. Así es que en 2004 creó la Fundación Joyful Heart, inspirada en su desempeño como detective, rol por el que ganó el Globo de Oro a Mejor Actriz de TV, entre otros galardones.

Hija de la actriz Jayne Mansfield, una de las primeras conejitas de Playboy, se convirtió en una de las heroínas feministas más respetadas por su papel como la capitana Olivia Benson, que sostiene que el éxito de la exitosa tira de Dick Wolf -que arrancó en 1999- se debe a que trata crímenes que suelen permanecer ocultos.

“Cuando comencé no era consciente de lo profundamente que iba a afectarme’, explicó la actriz que con su esposo, Peter Hermann, tuvo a su hijo August Miklos Friedrich y son padres del corazón de Amaya y Andrew.

Espléndida a sus 60 años, Hargitay confesó que conectó a nivel personal con el público. “Los fans se acercan y me agradecen por contar sus historias’, dijo la estrella a People en la promoción del nuevo ciclo en TV que cambió su vida detrás de cámaras y la impulsó a ser una activa defensora de los derechos de las víctimas con el objetivo de “transformar la respuesta de la sociedad ante el abuso sexual, la violencia doméstica y el maltrato infantil’, tal como reflexionó, porque la ficción también puede motivar a la realidad.

TIPS
Una resiliente. A los 3 años, Mariska perdió a su madre en un accidente de tránsito del que fue testigo. Esa es “es la cicatriz’ de su alma, dijo la actriz que a los 30 fue abusada por alguien que consideraba un amigo, tal cual reveló en un ensayo para People.