Los Defensores del Pueblo, u Ombudsman (vocablo sueco y sin una traducción al castellano definida) como se denomina en el continente europeo, son una creación de los sistemas parlamentarios. En San Juan, llega en 1987 a través de una Ley que crea la figura del Defensor del Pueblo como un organismo de la Constitución Provincial. Es una norma similar a la del Defensor del Pueblo Español y se le da una serie de atribuciones, inclusive las facultades de poder litigar en nombre del colectivo ya que justamente se encarga de los intereses colectivos y difusos de los ciudadanos.
Es lo que se llama un poder independiente que en la democracia moderna cumple el rol del contrapoder, por eso la Constitución lo define como una figura independiente que no recibe instrucciones de ninguna autoridad y tiene un ámbito de actuación que es el Parlamento. Es una figura donde su elección es netamente parlamentaria y el Defensor es elegido por un período de cinco años. Se buscó que sea un período de cinco años para evitar que coyunturalmente fuera acompañado por procesos electorales que en Argentina se dan cada cuatro años.
El vínculo de las defensorías con los ciudadanos tiene que ver con el titular porque el Defensor del Pueblo es una institución unipersonal con lo cual tiene mucho que ver cuál es el rol que está dispuesto a cumplir esa persona. Primero ser independiente, lo cual a veces es difícil porque hay que pelearse con el poder, con mejores o peores relaciones, pero siempre el defensor es un crítico de la situación porque defiende los derechos de los ciudadanos. Puede ser un colaborador crítico, desde el rol que tiene, planteando recomendaciones, exhortaciones o requerir a veces al poder judicial que accione para que no se vulneren determinados derechos y, que a veces, naturalmente la Administración del Estado vulnera por acción o por omisión, o algunos privados.
Hoy la Defensoría del Pueblo, conducida por la Dra. Florencia Peñaloza, no es una oficina más administrativa, que tramita ante el Ejecutivo. Está abocada a la acción y se encuentra firmando convenios con los diferentes municipios sanjuaninos y la determinación de generar acciones con la gente y con el colectivo social que hay que representar, lanzando el programa “La Defensoría en tu Barrio”, una importante iniciativa donde todo un equipo profesional interdisciplinario y legal se traslada a diferentes barrios en los departamentos sanjuaninos para que los vecinos se informen sobre la defensoría y si lo desean y ante derechos vulnerados puedan realizar la queja sin necesidad de trasladarse al centro a la sede de la Defensoría.
En síntesis, la Defensoría del Pueblo de San Juan, más allá de ser la primera defensoría de América, sigue desempeñando un rol importante en nuestra sociedad y en defensa del ciudadano donde puede ser asesorado personalmente o a través de sus redes sociales.
Hoy, la Defensoría del Pueblo, tiene rostro de mujer y es muy importante esa impronta en esta institución que nació en 1987 y cuyo primer defensor fue el recordado Dr. Julio Cesar Orihuela.