Desde la irrupción de los teléfonos móviles o celulares en la vida de los niños y adolescentes hay un tema que genera gran preocupación como es el de la utilización de estos dispositivos en el ámbito escolar. Se conoce que el uso del celular en la escuela es un tema complejo con opiniones encontradas ya que así como puede ser empleado como herramienta pedagógica para acceder a información, realizar investigaciones, trabajar en proyectos, y comunicarse con profesores y compañeros, su uso indebido puede causar distracciones y afectar el rendimiento académico.

En San Juan desde el área de Educación todavía no está definido qué hacer con este tema, por lo que sería conveniente determinar una línea de acción que establezca la conveniencia o no de que los chicos asistan con sus aparatos a los establecimientos escolares, y de hacerlo en qué ocasiones utilizarlos para que no interfieran en el proceso de enseñanza.

Ante este panorama, expertos en pedagogía sostienen que las escuelas deberían establecer reglas claras sobre el uso de los celulares, con el fin de minimizar las distracciones y promover una utilización responsable. Hay que promover nuevamente la necesidad de generar condiciones en el aula para volver a tener la atención de los chicos, algo que evidentemente se ha perdido en los últimos tiempos, por la incidencia que tienen los celulares en las clases.

En San Juan, el ministerio de Educación de la provincia ha señalado la posibilidad de regular el uso de los teléfonos móviles, con el objeto de lograr una mayor concentración en clase, una mayor participación en actividades educativas y una mayor seguridad en el entorno escolar. Pero hasta ahora no ha habido una disposición firme y se mantiene el grado de incertidumbre sobre el uso o no de estos dispositivos en el ámbito escolar.

Por su parte, en la legislatura provincial se están analizando algunas propuestas partiendo de la premisa que es necesario regular el tema sin llegar a la prohibición total ya que podría ser una medida contraproducente.

La tendencia general se inclina a que los alumnos puedan portar los celulares dentro del ámbito escolar, pero no utilizarlos en horas de clase o recreos salvo contadas excepciones en que su empleo esté justificado pedagógicamente. Los mayores riesgos a los que se enfrentan son la distracción en clases y la falta de socialización entre sus pares y demás integrantes de la comunidad educativa.

En nuestro país, el gobierno de la CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) es uno de los pocos distritos en los que se ha avanzado concretamente sobre este tema, determinando que tanto en el nivel primario como el secundario no se admite el celular en el aula. Con esto se apunta es a recuperar la atención de los alumnos, ya que se ha determinado que una de las razones por la que los chicos no están aprendiendo, es por el celular, que es una máquina de distracción.

Habrá que definir que se hace con este tema partiendo del hecho de que su presencia en el aula interfiere con la tarea educativa, a laque hay que preservar por sobre todas las cosas.