La fiscal de la UFI CAVIG, Adriana Ginestar, pidió al juez, Diego Sanz, que desligue con un sobreseimiento a un hombre de 72 años y a su hijo de 24, porque la hija del hombre dijo que la había prostituido por el pago del alquiler cuando tenía 15 años y hasta días antes de que lo denunciara, en agosto de 2024. También dijo que su hermano, que sufre un retraso mental leve, también la manoseaba. Según la fiscal, las prueba no corroboraron esa situación y ahora el juez debe resolver, porque la abogada oficial de la denunciante, Sandra Leve, pidió revisar el dictamen de Ginestar.
LA DENUNCIA
Que tenía 15 años cuando su padre (hoy de 72 años) la ofreció como mercancía sexual a cambio del pago del alquiler. Que su progenitor también la sometía diciéndole: ‘vas a ser mía y de nadie más’. Que esas agresiones ocurrían una o dos veces por semana y su madre a veces las presenciaba, pero no hacía nada: ‘seguía tomando mate o viendo novelas’. Que abusó de ella hasta que tuvo 18 y se fue a vivir con su actual pareja y padre de dos de sus tres hijos. Que cuando tuvo 20 años y volvió a convivir con su familia a la casa de sus padres, su progenitor volvió a violarla. Que gritó, pero otra vez su madre no hizo nada. Que lo soportó porque no tenía más donde ir a vivir y no se lo contó a su pareja, por vergüenza, Que se fueron de la casa, pero debieron volver por problemas con el hombre que les alquilaba. Que en ese segundo regreso volvió a golpearla y la violó por última vez en agosto de 2024. Que durante la convivencia con sus padres y cuatro días después del ataque de su papá, su hija de 9 años le contó que su tío se masturbó delante de ella. Que ella golpeó a su hermano y le dijo a sus padres, pero la echaron de la casa.
Que ese hermano la manoseó a ella y por poco la violó (los interrumpió una sobrina) cuando ella tenia 15 y él 14 años. Que la manoseó incluso hasta el día que su papá la violó por última vez, en agosto del año pasado. Que ese día lo contó todo a su pareja y él le dijo que denunciara.
Esos dichos, más el primer informe de un psicólogo de la UFI CAVIG, sobre la ‘elevada vulnerabilidad emocional y socioecónomica’ de esa joven que dijo tener ideas suicidas y se mostró muy angustiada por vivir en situación de calle, llevaron a Fiscalía a pedir un allanamiento y la detención de los dos sospechosos, además de informar a funcionarios de la Niñez sobre el eventual peligro al que estaba expuesta la hija de la denunciante.
El 27 de agosto año pasado, padre e hijo quedaban presos. Y dos días después Fiscalía le imputó al mayor de los detenidos, abuso sexual con acceso carnal reiterado y promoción de la prostitución (ambos delitos agravados) y a su hijo abuso simple agravado por el vínculo.
Pero la investigación, mostró otra cara y los imputados quedaron libres. Porque el abogado defensor, José Tejada, aportó por lo menos 10 testigos que no dejaban bien parada a la denunciante. Así, varios dijeron que golpeaba a sus padres y a su hermano, que sus arranques de violencia eran habituales, como también sus consumos de alcohol y las peleas que protagonizaba en la calle con su propia pareja.
Además, psicólogos y psiquiatras que la analizaron, concluyeron que: ‘(presentaba) algunas discrepancias en la integración de los hechos denunciados y lo expresado en las entrevistas psicológicas. Ha naturalizado el maltrato como estilo relacional de la familia. Las entrevistas (…) no permitieron determinar la presencia de indicadores emocionales compatibles con situaciones de haber vivenciado experiencia traumática de victimización sexual’.

