Por cuarta vez en el año, mediante una resolución del Enargas se decidió incrementar el porcentaje del recargo que se cobra en las facturas del servicio de gas de todo el país, destinado al Fondo Fiduciario para Subsidios de Consumos Residenciales de Gas, conocido como régimen de zona fría. Este subsidio, que es el único que se mantendrá vigente de acuerdo al entendimiento alcanzado con el FMI (Fondo Monetario Internacional) representa de todas maneras un costo para el Estado nacional de u$s 300 millones, que el gobierno está intentando reducir o eliminarlo como lo ha admitido en varias ocasiones.
En tanto se avanza en ese objetivo, hay otras ideas en danza como es la de retrotraer la situación a un esquema previo a la ley 27.637, del año 2021, que llevó la cantidad de usuarios subsidiados de 850.000 a 4 millones de hogares, es decir la mitad de los usuarios del servicio de gas en todo el país, incluso en zonas consideradas técnicamente de clima templado.
El último recargo aplicado, de manera retroactiva al 1 del corriente mes ha hecho que el aumento en el costo de las facturas de gas pase del 6,2 al 6,7% y que en las facturas figure como ‘Fdo. Fiduciario Art.75 Ley Nº25.565. Modif. Ley 27.637”. Se calcula que el impacto sobre la tarifa final representa un incremento promedio del 2%, lo que varía según la distribuidora y su región.
El Régimen de Zona Fría es un esquema que otorga descuentos en las tarifas de gas natural para regiones con bajas temperaturas, con el objetivo de hacer más accesible el acceso a este servicio en zonas donde el consumo es elevado debido al clima.
Este subsidio no se nutre de aportes del Tesoro Nacional sino que surge de un recargo del 5,44% sobre el precio del gas (PIST) -uno de los cuatro ítems que componen la factura además de transporte, distribución e impuestos- que pagan todos los usuarios (residenciales, comerciales e industriales) del país. Los aportes, como ya lo hemos señalado, van al Fondo Fiduciario para Subsidios de Consumos Residenciales de Gas.
El gran cuestionamiento que se le hace a este modelo de subsidios es que el régimen beneficia a los hogares que residen en zonas con clima frío, independientemente de sus ingresos. Sin embargo en la ampliación del régimen de Zona Fría también incorporó criterios de elegibilidad socioeconómicos, como ser jubilado, beneficiario de la Asignación Universal por Hijo, entre otros, para acceder a descuentos. Por este motivo es que se realizaron modificaciones al régimen incluyendo la posibilidad de quitar el descuento a usuarios que no demuestren vulnerabilidad y ajustes en los criterios de elegibilidad, planteándose debates sobre la eficiencia y equidad del sistema.
