El juez de Garantías, Diego Manuel Sanz, rechazó ayer el pido de los abogados defensores, Eduardo Sait y Fernando Bueno, para que dos hermanos que tienen una panadería, Daniel Fernando (56) y Mauricio Eduardo Robles (46) sean desligados con un sobreseimiento de una gravísima acusación: haber violado durante más de un año a una mujer de 59 años con discapacidad: sufre hipoacusia bilateral y un retraso mental moderado. La mujer denunció que todo pasaba cuando iba a la casa de los sospechosos a realizar tareas de limpieza, y que la amenazaban con no pagarle si no accedía a sus ataques sexuales.

Los defensores habían pedido desligar a los imputados, porque la mujer mencionó una práctica sexual que le hubiera dejado lesiones, pero el médico que la revisó informó que no le encontró ninguna.

La fiscal coordinadora, Valentina Bucciarelli, y la ayudante fiscal, Victoria Ruiz (UFI ANIVI) se habían opuesto a que el caso tenga esa salida. Y el juez les dio la razón, porque consideró que en esta instancia en la que se depura prueba para pasar el caso a juicio, no corresponde valorar la prueba (como la pericia psicológica que contradice el argumento defensivo) ni la responsabilidad del sospechoso, porque ese análisis corresponde hacerlo en el debate oral y público. El próximo viernes, el magistrado pasará el caso a juicio.

El caso fue denunciado el 10 de diciembre de 2024. Y ahora Fiscalía considera acreditados los hechos y la vinculación de los imputados. Por eso, ya anticipó que, en el juicio, buscará una condena de 12 años para el mayor de los imputados y 14 para el otro.

‘Siempre he repudiado esas cosas y venir ahora a escuchar estas barbaridades (…). Somos gente de trabajo. Soy amable y solidario con todos, nunca tuve un problema con nadie ni estuve en un calabozo. Le juro por la memoria de mi padre que no le hice nada, no sé de dónde saca esas cosas’, había dicho el menor de los acusados.