La historia de Adrián Gonzáles, el joven de 21 años que puso en venta su querido Ford Falcon para pagar la deuda que le dejó su tratamiento de riñones tras quedar sin cobertura de la obra social, sigue conmoviendo. Mientras un grupo de fierreros organiza una mateada solidaria para juntar gente, autos, música y esperanza bajo la consigna “El Falcon no se vende”, la solidaridad ya empezó a dar sus frutos.

Según confirmó Ramón Gonzáles, papá de Adrián, ya se han recaudado más de $1.600.000. De ese monto, $1.400.000 fueron entregados a la Clínica de la Ciudad, donde se atiende Adrián, para achicar la millonaria deuda médica. El resto fue destinado a una farmacia para cancelar medicamentos que necesita el joven.

“De la clínica me llamaron para avisarme que no nos desesperemos, saben de todo esto que se ha generado y la verdad es que se están portando muy bien, estoy muy agradecido. Incluso hasta me han dicho que no quieren que Adrián venda el auto”, contó Ramón, todavía emocionado por lo que viven estos días.

La movida solidaria tendrá su punto más alto el fin de semana que viene en el playón frente a la casa de Adrián, en el barrio Stotac II, en Rawson. Allí se realizará una mateada solidaria con sopaipillas caseras, música y una exposición de autos, sobre todo Ford Falcon, que seguramente emocionará a Adrián, amante de los fierros desde chico.

El evento iba a realizarse ayer pero se suspendió por las condiciones climáticas.

“Ya lo hemos llevado algunas veces a exposiciones de autos porque le encantan, imaginate ahora que van a estar todos acá por él, anda chocho y muy ilusionado”, resumió ayer Ramón, quien está muy agradecido con el grupo organizador y todos los colaboradores.

Tras la nota publicada por DIARIO DE CUYO días atrás, comenzaron a llegar donaciones de todo el país.

El alias de la cuenta para colaborar es vanesatapia78 (a nombre de Graciela Vanesa Tapia, mamá de Adrián).

“Recibimos transferencias de todo tipo, algunas pequeñas y otras grandes. Cada persona seguramente se ha esforzado un montón para mandarnos lo que ha podido, yo estoy inmensamente agradecido, no tengo palabras de agradecimiento”, expresó Ramón. El papá de Adrián también contó que recibió el llamado de un empresario que quiere pintarle el Falcon sin costo. “Mi familia quiere agradecer de corazón a todos los que han colaborado, ya sea con cien, quinientos o mil pesos… han colaborado tantos que la suma de todos es un montón para nosotros”, dijo.

Arriba de la maquina. Adrián ama su Falcon, pero ante la urgencia económica de sus familia por su tratamiento médico es que propuso vender su auto.

¿Y Adrián? “En estos días, después de la nota, lo he notado con más pilas, lo noto cambiado, está mucho mejor, contento e ilusionado. Él sabe que con su salud la tiene que seguir peleando pero ahora con todo esto está mejor y muy agradecido”, repite su papá, convencido de que, más allá del Falcon, lo que no tiene precio es todo lo que han recibido de la gente.

La esperanza ahora no solo pasa por juntar el dinero restante, sino por sostener esa red de cariño que rodea a al chico, que sigue en tratamiento, pero más fuerte que nunca.