Entre la alarma social y el gasto infructuoso de fondos estatales que implicó cada amenaza de bomba a edificios públicos en las últimas semanas, hubo una joya de la tecnología que pasó casi desapercibida y que constituye un patrimonio clave en la Policía, tanto por su valor como por su función. Se trata del traje EOD (ver infografía), el único que tiene la Brigada Antiexplosivos para acercarse hasta un eventual artefacto explosivo y manipularlo, protegiendo la vida de quien lo esté vistiendo. Ese traje especial es movilizado cada vez que la Fuerza interviene por un llamado por amenaza de bomba, por más que termine siendo, afortunadamente, una falsa alarma.

El EOD es la principal herramienta tecnológica que tiene el Gobierno para actuar en estos casos de forma preventiva. Luego está la herramienta legal incorporada días atrás, pero no de forma preventiva sino punitiva: Fiscalía de Estado decidió que demandará civilmente a cada persona a la que se detecte como responsable de esos llamados, para que asuma los costos de su propio bolsillo. Se estima que cada causa tendrá un monto a reclamar de unos $4 millones y, como hay 16 casos registrados en lo que va del año, se estima una recuperación de unos $64 millones en las arcas públicas si esas demandas terminan con fallos favorables. Según pudo saber ayer DIARIO DE CUYO, el equipo de Fiscalía de Estado, encabezado por el fiscal Sebastián Dávila, tiene todo listo para comenzar con la presentación de esas demandas entre miércoles y jueves de esta semana.

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Mientras tanto, la Brigada Antiexplosivos sigue teniendo el EOD listo para actuar. Es uno solo en todo el grupo, está valuado en unos $60 millones y pesa alrededor de 30 kg, por eso se lo coloca un especialista con experiencia, para poder actuar con agilidad y precisión en cada operativo. Su peso y los materiales con los que está hecho (lo componen 5 capas de distinto grosor y resistencia, incluido el famoso Kevlar que se usa en los chalecos antibalas) hacen que sea sumamente caluroso en su interior. Pero para compensar esa incomodidad y permitirle al operador trabajar mejor, tiene un sistema interno de agua fría, impulsada por una bomba que va colgada junto al muslo del policía, con el que se refrigera su interior.

EOD