Numerosas formas de vandalismo se han puesto de manifiesto en estos últimos meses en distintos puntos de la provincia, ocasionando una sensación de inseguridad al ser hechos que se cometen en lugares públicos, de manera impune y en cualquier hora del día, a pesar de que preferentemente los vándalos eligen las horas de la noche. Si bien en algunos de los casos las fuerzas policiales han logrado dar con los responsables, a quienes se les ha aplicado las sanciones correspondientes, en la mayoría de los casos los daños y robos quedan en el anonimato, generando en la gente una sensación de poca protección y el mensaje de que en esta sociedad actualmente se pude delinquir y evitar que las fuerzas de seguridad o la ley se apliquen efectivamente.

Las plazas y otros lugares de esparcimiento han sido los lugares más frecuentados por los vándalos, junto a los edificios escolares que no dejan de ser uno de los principales objetivos. Como el vandalismo incluye desde daños menores, como grafitis o rotura de vidrios, hasta acciones más graves como la destrucción de edificios o monumentos, las escuelas han sido sistemáticamente atacadas en horario nocturno conociendo que muchas de ellas no tienen ningún sistema de seguridad, ni vigilancia privada ni pública. Aunque parezca un mal menor, los grafitis representan uno de los daños contra estos edificios públicos que hacen que se vean afectados estéticamente, que contengan palabras ofensivas contra miembros de la comunidad educativa y que tengan un costo muy elevado para su reparación que, en ocasiones implica pintar grandes superficies.

El vandalismo también ha llegado hasta las instituciones deportivas, tal el caso de la obra de iluminación que se realizó en la zona de acceso a la cancha de San Martín que fue vandalizada mediante el robo de las luminarias. Hace un par de semanas también se produjo un acto de vandalismo de grandes proporciones en el autódromo El Zonda cuando un grupo se llevaron las maderas que formaban parte de una de las tribunas de este escenario deportivo.

En el ámbito económico y productivo el vandalismo no solo se ha puesto de manifiesto en muchas fincas de la zona rural de San Juan, que a diario son víctimas de intrusos que arrasan con todo lo que encuentran dañando instalaciones costosas como aspersores de riego, cables de sistemas eléctricos y elementos que forman parte de pórticos en las zonas de ingreso a las fincas, sino que también han destruido instalaciones y dejado sin servicios a varias empresas del Parque Industrial de Chimbas, otro de los objetivos permanentes de los vándalos.

La lista es larga y a los hechos ocurridos hay que agregar los ataques a los colectivos en la zona norte de Chimbas, donde desde la semana pasada han sido dañados por arrojarles piedras 14 unidades de la empresa Albardón.

Otro acto vandálico que ha afectado a mucha gente es el ataque perpetrado contra una imagen religiosa en la quebrada Nacif Wey, en Villa Dominguito, San Martín. Hasta ahora la policía sigue investigando para determinar los responsables, algo que la comunidad exige para que sean sancionados con la mayor rigurosidad incluyendo arresto y prisión.