El rugido de los motores volverá a escucharse en el mítico autódromo Eduardo Copello, más conocido como +El Zonda+, tras seis años de silencio. El 10, 11 y 12 de octubre, el trazado enclavado en las entrañas de la Quebrada de Zonda será nuevamente escenario de una competencia nacional con la llegada del TC2000 YPF Infinia que incluye la presentación de las SUV de 500 caballos de fuerza y la inédita presentación de la Copa Rookie LATAM, para los nuevos valores del automovilismo latinoamericano.

La noticia significa mucho más que un simple regreso, es la recuperación de un símbolo deportivo y cultural para San Juan y para la Argentina. Inaugurado en 1967, con la participación activa de Juan Manuel Fangio en su diseño, el Zonda se convirtió en uno de los circuitos más emblemáticos del país. Su característica forma de +ocho+ y su ubicación en un paisaje natural imponente le dieron un sello inconfundible. Por allí pasaron figuras históricas del automovilismo nacional e internacional y se disputaron innumerables carreras que marcaron a generaciones.

Sin embargo, los últimos años no fueron fáciles. La apertura del moderno autódromo de El Villicum en Albardón desplazó al Zonda del calendario grande y lo condenó a un progresivo deterioro. Tribunas con maderas robadas, instalaciones vencidas y falta de inversión lo dejaron en una situación crítica. Solo en los últimos meses comenzaron a realizarse trabajos de infraestructura para devolverle la dignidad que merece y poder cumplir con los requisitos para ser habilitado.

Las opiniones, claro, están divididas. Para algunos, el Zonda es un trazado anticuado, poco apto para ciertas categorías modernas que demandan mayores estándares de seguridad. Para otros, en cambio, sigue siendo un escenario vigente, cargado de emoción y capaz de ofrecer un espectáculo que ningún otro circuito puede igualar. Lo cierto es que el público lo defiende con una pasión inquebrantable: no hay sanjuanino que no sienta orgullo al nombrar al autódromo que ha sido también escenario de cierres de la Fiesta del Sol, de clásicas competencias ciclísticas y de espectáculos que trascendieron lo meramente deportivo.

El regreso de las competencias al Zonda no debe ser solo un gesto nostálgico, sino una apuesta seria a la recuperación de un ícono nacional. San Juan tiene en este autódromo un patrimonio que combina historia, identidad y proyección. Que los motores vuelvan a rugir es una oportunidad para ponerlo nuevamente en valor.