La trata infantil, que comprende al comercio de niños, es uno de los grandes problemas que afronta nuestro país, pero que no está siendo abordado como corresponde debido a que no se tiene una correcta dimensión del problema, porque las áreas responsables de tratarlo carecen de los datos necesarios para hacer un efectivo seguimiento en los lugares más conflictivos.

Este controvertido tema cobró cierta relevancia, hace más de un año, ante la desaparición en la provincia de Corrientes del niño Loan Danilo Peña, de 5 años de edad, presumiblemente dentro de un caso de trata infantil que todavía se investiga.

Los expertos en el tema sostienen que Argentina nunca ha contado con un sistema efectivo de apoyo y prevención de estos delitos, situación que se ha agravado en los últimos tiempos, dentro de un panorama preocupante.

Considerando los países y regiones que cuentan con mayor disponibilidad de datos y capacidad de seguimiento y apoyo en relación a cada caso de trata infantil que se le presenta, el país de la región Latinoamericana mejor ubicado es Brasil al que se lo ubica a nivel mundial en el lugar 15. Sin embargo Argentina ocupa el puesto 53 en ese mismo ranking, quedando muy relegada en cuanto a su efectividad para actuar en contra de este mal.

Nuestro país presenta una serie de inconvenientes en la lucha contra la trata infantil y uno de sus puntos más vulnerables los encontramos en las fronteras con los países limítrofes, en el Norte del territorio nacional. Siempre se ha dicho que la Argentina tiene fronteras muy permeables y en ese sentido hay que trabajar muy firmemente en los controles para evitar el paso tanto de personas como de mercaderías y otros elementos objeto de contrabando.

Por otra parte, una gran cuota de responsabilidad sobre los niños la tienen los padres, quienes deben convertirse en el primer filtro para evitar que los niños desaparezcan.

Hay familias que no tienen el mínimo cuidado de vigilar a sus hijos y los dejan andar por la calle hasta altas horas de la noche. Esos niños son susceptibles de ser secuestrados y trasladados a otro país sin dejar el mínimo rastro.

En San Juan, hace poco se informó sobre un niño que estuvo deambulando toda la noche por las calles sin que sus familiares lo buscaran. El caso afortunadamente terminó bien porque uno vecinos avisaron a la policía y luego de unas averiguaciones dieron con su procedencia. Pero este mismo niño podría haber sido candidato de un secuestro y desaparición.

La UNODC (Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) ha establecido en todo el mundo unos 534 flujos de trata, señalando que en América Latina hay rutas preestablecidas entre países de América del Sur a América Central; de América Central a América del Norte y del Caribe a América del Sur. También hay rutas desde Sudamérica al Este de Asia, Europa, Norte de África y Oriente Medio.

En cuanto a los países de América con más actividad figuran la Argentina, Brasil, Perú, Colombia y Venezuela.