El enfermero Marcelo Gerardo Acosta empezó ayer a ser juzgado como presunto autor del homicidio culposo de una paciente, por no haber aspirado a tiempo la cánula de la traqueotomía por la que respiraba esa mujer, situación que, según los médicos, fue clave para desencadenar su muerte.
Ante la jueza Carolina Parra, el fiscal coordinador, Iván Grassi, y la ayudante fiscal, Victoria Martín (UFI de Delitos Especiales) la Parte Querellante y su defensor, Hipólito Fernández, Acosta dijo que ese día vio a la paciente a eso de las 15, que no tenía instrucciones médicas por escrito de cómo atenderla, que tampoco estaba previsto el equipo necesario para hacer las aspiraciones, que no era la única paciente que debía atender y, principalmente, que no percibió en la mujer los síntomas típicos de una emergencia por un cuadro crítico de salud.
Fiscalía, sin embargo, sostiene el argumento contrario. Pues un médico no dudó en decir que la mujer sufrió un paro cardiorespiratorio porque no limpiaron el conducto y porque una hija y una nuera de la víctima aseguraron que fueron a ver a Acosta varias veces para pedirle ayuda, luego de que la propia víctima, Susana Dora Molina (57) escribiera en un papel que le limpiaran la cánula. La mujer había sufrido un ACV y había reingresado al hospital Rawson con problemas de salud. El 24 de agosto de 2023 sufrió un paro cardíaco por no ser atendida a tiempo y perdió la vida el 7 de setiembre.
Fiscalía busca una condena de 3 años sin detención y 8 de inhabilitación.
