Más allá de los tratados de no proliferación de armas nucleares y los publicitados controles de la existencia de estas armas, todo el mundo sabe que de desencadenarse en la actualidad un conflicto bélico de grandes proporciones, como el que ha iniciado Rusia con Ucrania, y al que se han sumado en forma directa o indirecta numerosas naciones del mundo, es muy probable que se llegue a la utilización de armas nucleares, de la misma forma que EEUU utilizó la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki, con fines disuasivos. Muchos consideran que guerra nuclear y Tercera Guerra Mundial son sinónimos en la práctica, por eso el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania pone al mundo a las puertas de una temible catástrofe, como es una guerra nuclear, ya sea que se trate dela denominada limitada o total.
Debemos tener en claro que en una guerra nuclear total, la radiación y el cambio climático que se produciría dejaría a la atmósfera de la Tierra muy afectada. La especie humana y el resto de los seres vivos sufrirían los efectos de un invierno nuclear y los sobrevivientes deberían realizar la reconstrucción de la infraestructura del planeta en condiciones muy difíciles. Se dice también que la flora y la fauna sería afectada por múltiples mutaciones.
Algunos expertos señalan que una guerra nuclear a gran escala equivaldría a un evento ligado a la extinción del planeta. Aunque si esto no sucede habrá otras consecuencias no menos graves como hambrunas y enfermedades derivadas de la radiación.
Hasta ahora el bombardeo estratégico de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki por parte de Estados Unidos dentro de la Segunda Guerra Mundial, es la única experiencia de ataque, comprobable, con armas nucleares en la historia. Este ataque de carácter unilateral provocó alrededor de 200.000 muertos y un número mayor de heridos y afectados, en su mayoría civiles. Estas bombas atómicas son consideradas en la actualidad de reducida potencia, por lo que no sirven para comparar lo que sería una guerra nuclear a gran escala con armamento contemporáneo, ya sea de uso masivo o limitado.
El enrome poder de las armas nucleares han hecho que se concretaran numerosos tratados y negociaciones internacionales para evitar su uso, sin que se haya alcanzado hasta ahora una política de desarme nuclear por parte de los países que poseen este armamento. De todas formas los países poseedores de estas armas son objeto de regímenes de vigilancia, protección e inspecciones especiales, que hacen posible conocer el número aproximado de armas.
La ONU (Organización de las Naciones Unidas) asegura que en el mundo hay actualmente 13.400 armas nucleares. Corea del Norte es el último país que habría desarrollado estas armas en un proceso que le llevó varios años y que terminó recientemente con la declaración de ser un ‘Estado con armas nucleares”, tal como lo anunció el líder coreano Kim Jong Un.
El riesgo que en la guerra entre Rusia y Ucrania se usen armas nucleares está en la orden que Vladimir Putin dio a las fuerzas de disuasión de su país que incluyen armas nucleares de que estén en su máximo estado de alerta.
