La delincuencia juvenil es uno de los temas que más preocupan por ser la base de un comportamiento que luego resulta muy difícil corregir, para conseguir un cambio de conducta que lo mantenga alejado de ese mundo en el que ha crecido sin modelos adecuados que lo forjen como una persona de bien. El hecho de que cada vez haya un número mayor de menores que optan por delinquir, como modelo de vida que han recibido de sus mayores, es motivo para que la policía y demás fuerzas de seguridad, como también la comunidad en general, ponga especial atención en esta tendencia y advierta la gravedad de la situación.

Del 2023 al 2024 el número de ilícitos que cometieron los menores se mantuvieron dentro de una constante con un agravamiento en cuanto a que durante el año pasado el 70% de los delitos juveniles fueron robos y hurtos contra la propiedad, una de las variantes más peligrosas ya que para su concreción suelen utilizarse armas de fuego o armas blancas.

Otras modalidades que han ido en aumento son los casos de grooming o ciberacoso, algo que es propio de la época y del nivel de desarrollo tecnológico que se ha alcanzado y que también se utiliza para delinquir.

Entre los factores que influyen en el aumento de la delincuencia juvenil está el consumo de drogas, que se ha visto incrementado en los últimos tiempos dentro de una actividad que también va en crecimiento en distintos ámbitos de la provincia. El abuso en el consumo de alcohol es otro de los causales, al igual que la desintegración familiar y la impunidad que existe para los menores.

Hay otro factor muy decisivo, que está incidiendo en la sociedad actual de una manera determinante. Se trata de la falta de oportunidades de empleo; los inconvenientes para acceder a tratamientos de salud; una correcta y efectiva educación y de espacios para el desarrollo de la cultura y el deporte.

La edad de imputabilidad, que es uno de los temas en discusión en ámbitos legislativos a nivel nacional, en relación a las propuestas de bajarla a los 14 años, puede llegar a contribuir a mejorar los actuales niveles de delincuencia juvenil. Pero también hay otras medidas que hay que aplicar para mejorar las condiciones de vida de esta franja etaria, a fin de ir alejándola de este comportamiento o conducta que tan mal le hace a la sociedad.

Hay que evitar que la delincuencia juvenil gane las calles de nuestra provincia, orientando a todos los menores que andan sin un sentido específico, a que encuentren el camino de la superación y realización a través del estudio, el trabajo y un comportamiento acorde que los lleve en el futuro a ser hombres y mujeres de bien.