Próximos a finalizar la temporada invernal desde el área de salud del Gobierno provincial se está insistiendo en una serie de recomendaciones a tener en cuenta, especialmente para la población de riesgo que incluye a niños y adultos mayores, sin que esto no implique la afectación a otras edades, para evitar la propagación tanto del virus de la influenza como del virus Sincicial Respiratorio (VSR). Estos dos agentes asociados a las infecciones respiratorias agudas son generadoras de síntomas como tos, catarro, dolor de cuerpo y fiebre entre otros.

Cuando creemos que ya estamos superando la etapa de mayor riesgo de contraer esas enfermedades, nos encontramos que sigue siendo alta su incidencia en la población, lo que se traduce en consultorios llenos y mucha gente con los síntomas propios de estas patologías.

Hay que tener en cuenta que la transmisión de las enfermedades asociadas a las infecciones respiratorias agudas se concreta de persona a persona por gotas respiratorias o a través del contacto de las manos u objetos contaminados con secreciones respiratorias de la persona enferma, que pueden derivar desde cuadros leves a infecciones respiratorias agudas graves, incluyendo la neumonía y bronquiolitis.

Según las recomendaciones hay que poner especial cuidado en los chicos que concurren a la escuela donde pueden darse la mayor cantidad de contagios debido al contacto estrecho que se establece en las aulas.

Dentro de las enfermedades respiratorias hay otras como la faringitis, amigdalitis y escarlatina que pueden ser causadas por una bacteria llamada estreptococo del grupo A. Esta bacteria coloniza las mucosas de la faringe y las amígdalas y puede evolucionar de manera muy desfavorable. Su comportamiento se ha recrudecido desde el impacto del Covid-19 que, al provocar un daño en las células de la misma región, permeabiliza los tejidos y facilita el acceso del estreptococo a la circulación sanguínea.

Las autoridades sanitarias han puesto énfasis en las medidas generales de prevención como es la de mantener una alimentación saludable, tener el calendario de vacunación al día, ventilar de manera adecuada los espacios comunes, lavarse correctamente las manos y utilizar mascarilla o tapaboca ante la sospecha de este tipo de enfermedades. La consulta al médico de inmediato también figura entre las medidas preventivas.