El programa Primeros Pasos del Emprendedor Exportador avanza en toda la provincia y reafirma que la preparación técnica y educativa es clave para sostener el crecimiento del comercio exterior sanjuanino.

La llegada del programa ‘Primeros Pasos del Emprendedor Exportador’’ a la Escuela Agrotécnica Jesús de la Buena Esperanza, en Calingasta, no es un hecho aislado ni un simple taller de capacitación. Es la manifestación concreta de una política pública que reconoce que el futuro exportador de San Juan comienza en las aulas, especialmente en aquellas instituciones estrechamente vinculadas a la producción y a la industria. Con más de 1.400 personas capacitadas desde su implementación, este programa articula esfuerzos entre los ministerios de Producción y Educación, la Fundación Manfredi y la Universidad Católica de Cuyo, demostrando que la formación para el comercio exterior requiere de una alianza estratégica sostenida y transversal.

En la última jornada realizada en el departamento cordillerano, se otorgaron dos medias becas universitarias a estudiantes de séptimo año de Producción Agropecuaria y Tecnología de los Alimentos, un gesto que no solo premia el esfuerzo, sino que también abre puertas concretas para que jóvenes del interior profundo puedan proyectarse hacia ámbitos profesionales ligados al comercio internacional.

Apostar por ellos es apostar por el desarrollo económico de toda la provincia.

El contexto que rodea a este impulso formativo no es menor. San Juan alcanzó en 2024 un volumen de exportaciones de 1.888 millones de dólares, consolidando un crecimiento que exige previsión, profesionalización y capacidad técnica para sostenerse en el tiempo. El boom exportador no puede ser entendido únicamente como el resultado de mayores ventas al exterior; también debe verse como una oportunidad para fortalecer la cultura emprendedora y exportadora desde la base educativa.

Las escuelas técnicas y agrotécnicas cumplen aquí un rol decisivo. Son ellas las que acompañan los primeros pasos de quienes mañana estarán diseñando estrategias, abriendo mercados y garantizando que los productos sanjuaninos cumplan con los estándares internacionales. La formación en negocios internacionales y comercio exterior -que ya alcanzó a más de 1.400 jóvenes de instituciones públicas y privadas- es una inversión de largo plazo, indispensable para competir en un mundo donde la calidad, la trazabilidad y la innovación definen el éxito.

Promover el comercio exterior es impulsar empleo, diversificar la economía, reducir la pobreza y fomentar la transferencia de tecnología. Pero también implica prepararnos puertas adentro. Mejorar procesos productivos, asegurar calidad y fortalecer capacidades profesionales. Solo así San Juan podrá no solo participar, sino destacarse en los mercados globales.
En última instancia, exportar no es solo vender; es construir vínculos, generar cooperación internacional y promover infraestructura que impulsa el crecimiento. Por eso, formar a los futuros técnicos y emprendedores es apostar al desarrollo sostenible y a una provincia que mira con decisión más allá de sus fronteras.