El viernes, le había dicho a una amiga que partiría con una caja de herramientas hacia su departamento del Oeste capitalino, donde pensaba hacer algunos arreglos porque tenía en mente alquilarlo. También le dijo que allí pasaría la noche, dijeron fuentes del caso. A media mañana del sábado, sus vecinos del consorcio La Quebrada situado en calle Laprida, entre Urquiza y Ameghino, percibieron un olor como a cable quemado sin saber a qué atribuirlo. Hasta que, cerca de las 21 de ese mismo día, el padre de esa joven se apareció por el lugar, alarmado porque no respondía a sus llamados, y abrió la puerta a martillazos. Entonces se topó con un cuadro que nunca hubiera querido atestiguar: su hija tendida en el comedor, sin vida. También se topó con muy claras señales de que había sido víctima de una situación accidental, seguramente por querer mitigar el intenso frío: el frente de un equipo de aire acondicionado derretido, igual que parte de un televisor, los espaldares de las sillas y restos de mampostería cubriendo el piso, daban muestras de un intenso calor. Y lo más peligroso, el intoxicante gas de esa combustión incompleta en los plásticos y otros materiales, que se combinó con una falta de oxígeno y fue letal para la víctima, dijeron fuentes judiciales.
Gabriela Belén Vargas García se llamaba esa joven, que tenía 32 años y era profesora de teatro, dijeron fuentes.
Ayer, un primer vistazo de los peritos de Bomberos instalaban la hipótesis de un accidente, con los siguientes condimentos: un intenso calor porque la joven dejó encendidas las cuatro hornallas y el horno de la cocina a gas sin campana de salida al exterior (al faltar oxígeno hubo un corte automático) y, además, prendió las estufas eléctricas (las perillas de esos aparatos estaban en modo encendido).
Lo grave fue que el departamento no tenía salidas para la circulación del aire -dijeron- y la víctima tampoco dejó algo entreabierto, como una ventana. La ausencia de oxígeno y la presencia de gases tóxicos por la combustión incompleta de plásticos y otros materiales, la sentenciaron.
El caso es investigado por peritos de la Policía, el médico forense y otros expertos dirigidos por el fiscal coordinador, Francisco Micheltorena, y el ayudante fiscal, Emiliano Pugliese (UFI de Delitos Especiales), quien evaluarán las evidencias para decidir si el caso debe o no ser archivado.

