Con la proximidad de la llegada de septiembre, la esperanza de que las últimas nevadas mejoraran el oscuro panorama que ya se veía venir para la temporada 2025-2026, respecto de la crisis hídrica que viene afectando a la provincia desde hace casi siete años, se ha esfumado y ahora habrá que implementar una serie de medidas para hacer que el agua alcance para los distintos usos, sin tener que recurrir a restricciones o cortes de servicio como ya ha sucedido en ocasiones anteriores.

Ante esta situación, los distintos sectores de la comunidad deben estar conscientes de que será necesario continuar con la política de ahorro y de uso apropiado del agua disponible, evitando el derroche dentro de una actitud que es muy común por parte de mucha gente que cree que el agua es un recursos ilimitado e inagotable que se dispondrá por siempre.

Según estudios técnicos realizados en el transcurso de los últimos meses y datos que maneja el Departamento de Hidráulica de la provincia, la próxima temporada hídrica en San Juan será tan pobre como en los últimos seis años, lo que determinará la necesidad de que todos los sectores de la comunidad asuman un mayor compromiso social en relación al aprovechamiento y uso del agua. Esta situación involucra a todos los pobladores de la provincia, desde los productores frutihortícolas hasta los que necesitan de este recurso para el funcionamiento de sus industrias, el comercio o, simplemente, para el uso hogareño que contempla el vital consumo humano. Cada uno de estos sectores tendrán que llamarse a la reflexión en relación a la necesidad que habrá de no desaprovechar la poca agua disponible dándole un uso moderado y aceptando las posibles restricciones que sin duda se realizarán para intentar que los exiguos caudales alcancen para cubrir las principales necesidades.

Cuando decimos que los otros sectores de la vida provincial también se deben comprometer a preservar los recursos hídricos disponibles, es porque cada vez se ve más necesario que se evite el derroche presente en cualquier ámbito.

Si no se comprende que al agua hay que cuidarla más que a cualquier otro recurso natural, muy pronto no se dispondrá de lo suficiente, no solo para regar los cultivos, sino también para el riego del arbolado público, plazas, plazoletas y otros espacios verdes. Tareas de higiene urbana también se verían afectadas y lo que es muy grave la disponibilidad de agua para el consumo humano, que incluye la que se utiliza en la higiene personal y el lavado de la ropa.