Jueguen el torneo que jueguen, ya sea uno preparatorio de verano, o alguno oficial por el torneo local, o, como en el que jugarán mañana por la última fecha de la primera fase de la Copa de Plata, algo así como la segunda división del rugby cuyano; los partidos entre el Jockey Club y el Sporting Alfiles, adquieren el cariz de clásicos. Es verdad que los choques entre Alfiles y Huazihul, cargan el peso de la historia, por ser fundadoras de la Unión Sanjuanina. Pero también es cierto, que el afán de ser los capos de Rivadavia, los clubes que jugarán mañana entre sí, con el aditamento de buscar la clasificación entre los primeros cuatro que pelearán el ascenso a la división superior, donde militan Universitario y el San Juan RC; regarán el césped de la cancha del Jockey con su esfuerzo.

Con Huazihul clasificado con cinco victorias y una derrota, hay cinco clubes que se disputan los tres lugares. Alfiles y Tacurú (Mza) tienen 18 unidades; San Jorge (San Rafael) tiene 16 y el Jockey y Banco (juega con Huazihul) suman 14. El tema, que alimenta de morbo la definición, es que los sanjuaninos jugarán entre sí, cosa que también ocurrirá con los de la vecina provincia. Y, por el sistema de puntaje todo puede ser.

Especular con aquello de “que se den la mano” guardando el que está mejor posicionado algunas de sus figuras para los play off que comienzan la semana próxima, está descartado. Porque quien pierda, incluso los dos que están más arriba pueden quedarse afuera de la competencia.

Por lo ante expuesto, tanto en la cancha del Jockey en el punto límite sureste de Rivadavia con Rawson, como en San Martín, donde sienta sus reales el Tacurú; se podrá disfrutar del rugby en su estado puro. Con equipos generosos en el esfuerzo en el campo de juego, pugnando por su objetivo deportivo. Y tribunas con hinchadas felices alentándolos en esa misión.