Cuando Mario Pérez encaró el desafío darle su huella artística a una de las esquinas más populares de Rawson, el resultado fue sorprendente. Lo que era un espacio comercial común y corriente, la esquina de Avenida España y República del Líbano, se convirtió en un punto de encuentro entre el presente, el pasado y el universo simbólico del propio pintor. La escultura que evoca el Cruce de los Andes de 9 metros de altura, por San Martín y el Ejército de los Andes, más el gran mural, donde unos barcos pequeños navegan por el infinito fondo del mar azul, le cambió para siempre la fisonomía de la zona. Aunque Mario ya no está, su espíritu sigue presente, en las manos creativas de su hermano Gustavo y en sus amigos, los herreros artísticos Alejandro y Cristian Mercado, quienes decidieron continuar con el legado. A lo largo de cuatro meses de intensa labor en el taller metalúrgico este grupo logró instalar dos nuevos murales. Así, el Paseo Histórico Cultural Mario Pérez estará completo después de mucho tiempo. El próximo 4 de septiembre será la inauguración oficial de las obras y la renovación del espacio cultural. El primero es una recreación con la misma temática del Cruce de los Andes y el segundo, un homenaje al Crucero Ara General Belgrano. A partir de dos cuadros, previo bocetos y dibujos, que hizo Gustavo en acrílico, tales conceptos se trasladaron al metal. Cada aspecto fue cuidadosamente trabajado, cada golpe de chapa, estuvo cargado de sentimientos, emociones, discusiones, miedos y satisfacciones. ‘Como trabajamos con mi hermano el primer mural, el intendente de Rawson (Carlos Munizaga) me llamó para que pueda restaurarlo a principios de este año. Después me consultó si pudiéramos completar todo el paseo. Así que nos pusimos en marcha con Cristian y Alejandro. La idea gustó y lo hicimos’, dijo Gustavo Pérez sobre cómo surgió esta iniciativa.
Lo del crucero y la gesta libertadora, fueron postales que en la infancia de Gustavo y Mario, siempre estuvieron latentes en la memoria: ‘me basé en la cuestión de la ingenuidad, en las cosas que hacíamos de niños cuando nos tocaba dibujar una montaña. Vinculado a esto, unificar con el recuerdo de nuestros próceres más grandes. Así que estos murales en definitiva, buscarán charlar y debatir con los chicos que vengan a pasear por acá. Entonces, que estas obras despierten la curiosidad y la discusión entre los chicos, sobre qué significa. Un poco es lo que quiso apuntar mi hermano y nosotros lo continuamos’, comentó el artista. Al contemplar los tres murales en una sola obra, expresa también, la búsqueda de retratar lo eterno. ¿Qué diría si Mario caminase por esta esquina y observara en panorámica toda la secuencia? ‘La verdad que pienso eso y me emociono. Me llena de orgullo saber qué pensaría. Creo que los tres murales cuentan una historia que no se termina. Creo que Mario vio en mi todo lo que yo aprendí de él”.
Por su parte, Cristian Mercado sostuvo que ‘lo nuestro fue toda una búsqueda, un gran desafío y estamos agradecidos a Gustavo por dejarnos trabajar con él. Porque en nuestras manos, nos dio total libertad. Es nuestra primera experiencia de este tipo, más con toda la historia que hay aquí en este lugar. Y nos daba miedo porque no queríamos fallar, porque nos representa toda una obra con un peso importante’, remarcó y su hermano Alejandro dijo ‘toda la obra está cargada de nuestras emociones. Cada golpe dado para darle forma a los rostros de los granaderos, salió de vencer los miedos propios que teníamos. Esto nos inspiró mucho para darnos confianza y saber que podremos realizar cualquier cosa con nuestras manos”. Para concretar el montaje de los murales, también el trío recibió la asistencia de Santiago Pérez, el hijo de Gustavo.
Los murales tienen una dimensión de 18 metros de ancho por 6.5 metros de alto. Se requirió una tonelada y de hierro, chapa y acero para que soporte los dos murales. Utilizaron técnicas como repujado, forja y soldadura eléctrica. Se pueden apreciar detalles estéticos en los uniformes de los granaderos, la textura del terreno y las montañas, hasta un efecto tridimensional del barco surcando las nubes.

