El departamento de Rawson no solo volvió a convertirse en el corazón literario de San Juan, sino también de la región de Cuyo y del país. La realización de la decimosexta Feria de la Cultura y el Libro marcó el inicio de una nueva cita con la palabra, la memoria y la creatividad, en un espacio que reafirmó el compromiso de la comunidad rawsina con la cultura y el pensamiento. Este año, la jornada inaugural estuvo cargada de emoción. En la Biblioteca Popular Sur se rindió homenaje al escritor Enrique Orlando Cabrera, y su nombre quedó grabado en el Espacio de Escritores Rawsinos, un reconocimiento a quien dedicó su vida a sembrar letras y valores en la provincia.
La creación del Espacio Binacional de Literatura Argentino-Chilena también dio un marco especial a esta edición, consolidando un puente cultural que trasciende fronteras y refuerza los lazos de hermandad entre dos pueblos unidos por la palabra. La Feria rawsina, que se desarrolló luego en el Complejo La Superiora; en el Teatro Kumel y en la Plaza Centenario y Centro de Convenciones donde se realizó el cierre de esta nueva edición, desplegó una intensa agenda que combinó literatura, arte y comunidad. Hubo talleres, charlas, lecturas, exposiciones, música en vivo y actividades interactivas para todas las edades.
Entre las presentaciones más destacadas se contó la del artista Gonzalo Costela, quien representará a Rawson en la Muestra de Arte Mundial de Qatar 2025, reafirmando el talento local que nace en esta tierra. Pero más allá del brillo de los nombres, la Feria del Libro rawsina es un encuentro con el alma colectiva de San Juan: una vidriera donde se cruzan los escritores consagrados con las nuevas voces que comienzan a trazar su camino.
Su relevancia educativa es también un sello distintivo. Cada año, cientos de alumnos visitan la feria para descubrir el poder de los libros y el valor del conocimiento compartido. En un tiempo donde la cultura enfrenta desafíos y la lectura compite con otros lenguajes, la Feria del Libro de Rawson es una reafirmación del poder transformador de las palabras. Es, en definitiva, una fiesta que celebra lo que somos y lo que queremos seguir escribiendo como sociedad.
