El cierre de este año deja una noticia que merece ser subrayada más allá del reconocimiento puntual: la medicina pública sanjuanina ha logrado consolidarse como una referencia a nivel nacional. Las múltiples distinciones recibidas por profesionales y servicios de los hospitales Dr. Guillermo Rawson y Dr. Marcial Quiroga no son hechos aislados, sino el resultado de un proceso sostenido que combina vocación, formación continua y una clara decisión política de jerarquizar el sistema de salud.
Uno de los reconocimientos más recientes y significativos fue el premio RENAC de oro otorgado a la médica neonatóloga Alejandra Sanz, por su investigación sobre displasias esqueléticas. La distinción, concedida por la Red Nacional de Anomalías Congénitas, pone en valor no solo la calidad científica del trabajo, sino también el compromiso humano de una profesional que desde 2011 ha dedicado su carrera a la salud de los recién nacidos más vulnerables. Las autoridades sanitarias destacaron su perseverancia, su especialización constante y su rol clave dentro de un equipo que entiende la medicina como una tarea colectiva.
El Hospital Guillermo Rawson integra el RENAC desde hace más de una década, un dato que explica en buena medida este logro. Desde 2011, en la maternidad se registran sistemáticamente todos los casos de malformaciones congénitas, desde las más leves hasta los síndromes complejos con múltiples afecciones. Antes de ese año, San Juan no contaba con estadísticas precisas en la materia. Hoy, gracias a ese trabajo, existen datos concretos que permiten diagnósticos tempranos, acompañamiento familiar y estrategias de prevención, en un contexto donde las malformaciones congénitas representan la segunda causa de muerte infantil.
Este premio es también el reconocimiento a un trabajo mancomunado entre la Maternidad y el Servicio de Neonatología del Hospital Rawson, una articulación que refleja el modelo que impulsa el Ministerio de Salud provincial: equipos integrados, formación permanente y excelencia en la atención como objetivos centrales.
Las distinciones no se agotan allí. El Hospital Rawson fue reconocido nuevamente por su certificación de calidad en nivel avanzado, manteniéndose entre los hospitales públicos destacados del país. A su vez, el Hospital Marcial Quiroga alcanzó la Categoría A en su residencia de Clínica Médica, el máximo estándar nacional para la formación profesional, y fue distinguido por su sistema de vigilancia epidemiológica.
Estos logros colocan a la medicina sanjuanina en una etapa de desarrollo que invita al orgullo, pero también a la responsabilidad. Sostener este camino será clave para que la salud pública provincial continúe creciendo y se consolide definitivamente a la altura de los principales centros del país.
