Se revolvió en la silla, negó con la cabeza y sonrió irónicamente cuando el representante de la UFI de Delitos Especiales, Emiliano Pugliese (con directivas del fiscal Francisco Micheltorena), enumeraba los indicios y evidencias para tenerlo como principal sospechoso de haber efectuado ese disparo que, por ahora, amenaza terminar con la vida de su rival, un hombre que, un año atrás, por poco no lo mató de una puñalada.
‘Yo no he sido’, se atropelló en decir, antes de que el juez, Javier Figuerola, lo autorizara a dar su versión. Y continuó: ‘Él hace un año me pegó una puñalada en la pierna, acá en la aorta (dijo en alusión a la arteria femoral)… estuve cinco minutos muerto, cuando desperté tenía la cintita blanca puesta y estaba tapado con sábanas. No es como dice (Fiscalía) yo hice la denuncia. Es cierto lo de mi condena (a 6 años y 5 meses por robo con armas), fue mi error, pero estoy haciendo las cosas bien, tengo hijos, no sé porqué me nombran a mi, no ando haciendo nada malo’, dijo Juan Antonio Espinoza (34).
Según el imputado, cuando la policía lo fue a buscar a su casa de Chimbas, les abrió para que revisaran. ‘Pero me pegaron y me trataron como un perro, y no encontraron nada (de armas o balas)’, aseguró ante el juez.
Sin embargo, el magistrado adhirió al pedido de Fiscalía. Le imputó tentativa de homicidio agravado por el uso de un arma de fuego, autorizó 8 meses para investigar y le dictó 3 meses de prisión preventiva en la cárcel de Chimbas.
Todo pasó entre las 2,30 y las 3 del pasado 17 de mayo en una casa de la calle Landa del barrio Alberdi, en Santa Lucía, donde la víctima, Ramón Daniel Banco, vendía bebidas y cigarrillos. Según la denuncia, a esa hora el dueño de casa sintió que llamaban a su ventana y, al salir a ver, recibió un disparo en la zona del hombro izquierdo. Desangrándose, alcanzó a decirle a su pareja: ‘fue Juan Espinoza’, y la mujer lo creyó porque -aseguró- un hermano de su pareja le había contado lo de la pelea que habían tenido un año atrás, en la que Espinoza recibió un cuchillazo y se negó a denunciar, prometiendo vengarse.
‘Ese es el único indicio que tiene Fiscalía, pero pudo ser cualquiera el atacante. Tengo entendido que en la casa de Banco encontraron drogas’, argumentó el abogado defensor, Federico Petrignani, antes de pedir que su cliente quede libre, pero que sea obligado a jurar que no entorpecerá el proceso, presentarse en alguna comisaría, no salir de la provincia o el país y no molestar ni acercarse a la víctima o sus familiares. El defensor no tuvo éxito en su reclamo, pero dijo que su cliente le aseguró que estaba haciendo otra cosa en el momento en que ocurrió el ataque casi letal.

