Desde hace tiempo viajar a Chile para hacer compras resulta muy conveniente por la diferencia de precios que se establece debido al tipo de cambio. Como es conocido, hasta ahora se podían adquirir distintos productos a excepción de la línea blanca de electrodomésticos como heladeras, cocinas y lavarropas, entre otros, que no estaban autorizados a pasar la frontera, medida con la que en cierta forma se protegía a este sector de la industria argentina, obligando a la gente a adquirir electrodomésticos fabricados en el país.

Pero desde esta semana la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) ha dispuesto que los viajeros argentinos pueden ingresar desde Chile estos productos en una medida que ha causado las más diversas opiniones tanto a favor como en contra.

Quienes se muestran proclives a esta nueva disposición son todas aquellas personas de un determinado nivel adquisitivo que pueden viajar al país vecino a pasear y, a la vez, efectuar compras de una manera muy conveniente.

Los que la ven como una acción contraproducente para la economía de nuestro país son los integrantes del sector comercial y de la industria. Ellos consideran que esta medida va más allá de lo que establece la posibilidad de importar productos, que es una acción dirigida a todos los sectores de la sociedad y no solo a un grupo que cuenta con los medios para movilizarse y realizar este tipo de operaciones comerciales.

Hay que tener en cuenta que quienes pueden comprar electrodomésticos en Chile es un sector de la población argentina muy pequeño, lo que en la opinión de las autoridades del Centro Comercial de San Juan no incidirá de ninguna manera en los balances generales.

Hermes Rodríguez, titular de la cámara empresarial que conduce los destinos del comercio sanjuanino, dijo que para el comercio local esta medida de apertura no incidirá en gran medida ya que es un porcentaje muy bajo de la comunidad la que está en condiciones de trasladarse hasta Chile con el solo propósito de comprar electrodomésticos. Para el dirigente, es mucha mayor la incidencia negativa que tienen las ventas por internet que las que se puedan realizar en forma directa y presencial en Chile, por más que el tipo de cambio resulte conveniente.

Estas ventas del país vecino si afectan a la industria nacional, ya que sumadas a la política de importación a incidir negativamente en la balanza comercial y hace referencia a la salida de dólares del país.

Esto también provoca que Argentina ya no fabrique las mismas cantidades de productos que antes, con un achique de las plantas fabriles que se traduce en menos fuentes laborales, un mayor desempleo y sus consecuencias en la economía.