El español Sergio Cortés, reconocido como el doble oficial de Michael Jackson a nivel mundial, llega hoy al Teatro Sarmiento -en el marco de la gira por Latinoamérica- con su espectáculo La Experiencia Michael Jackson (The Michael Jackson Experience). Se trata de un musical que replica el legado del Rey del Pop con una similitud tal que resulta sorprendente. Nacido en Barcelona, el artista que comenzó este camino en la adolescencia y que fue ungido por el propio Jackson, recrea al fallecido ídolo musical con un nivel de detalle excepcional, en cada gesto y en cada paso de baile. Así honra su memoria artística, tal como manifestó en comunicación con DIARIO DE CUYO, charla en la que también reveló la intimidad de su trabajo, que diferenció de la idea de tributo.

– ¿Por qué Argentina y San Juan como destinos de tu gira?
– Argentina tiene un público maravilloso, apasionado, que ama a Michael con una intensidad única. Cada vez que vengo, me siento en casa. Y San Juan es un lugar que me ilusiona visitar, porque sé que hay una comunidad de fans que espera este show con el corazón abierto. Siento que tenemos una cita con la emoción y no veo la hora de vivirla juntos.

– ¿Cómo surgió la idea de este show?
– Desde el primer momento quise que fuera una experiencia internacional a la altura de lo que Michael hubiera querido para su público. Lo estético juega un papel clave: el vestuario está cuidado al detalle, las luces, los efectos visuales, la banda en vivo, los bailarines, todo está pensado para que el espectador viva un concierto de nivel global. Buscamos belleza, emoción y espectacularidad. Queremos que la gente salga con la sensación de haber visto algo único.

– ¿Con qué se va a encontrar el espectador exactamente?
– Con un viaje emocional, potente y lleno de magia. No es simplemente un show, es una experiencia viva, donde por dos horas el espíritu artístico de Michael vuelve a latir en escena. Tratamos de conectar con todas sus facetas: el niño prodigio, el showman imparable, el artista comprometido, el hombre sensible. Queremos que el público ría, cante, se emocione, y sienta que, de alguna forma, Michael sigue estando entre nosotros.

– ¿Es válido hablar de una imitación oficial o siempre has buscado profundizar en algo más trascendente?
– Siempre he sentido que esto va más allá de una imitación. Lo mío es una representación con alma. Respeto mucho a quienes hacen tributos, pero en mi caso intento transmitir algo más profundo. No se trata solo de parecerme o de ejecutar los pasos, sino de conectar con su energía, con su sensibilidad. He tenido la bendición de trabajar con Michael en vida, de compartir momentos reales, y eso me marcó profundamente. Mi trabajo no es una copia, es un homenaje desde el corazón.

– ¿En qué aspectos sos diferente de otros homenajes a Michael?
– Primero, tuve la oportunidad de conocer a Michael y de trabajar con él. En una ocasión, él mismo me pidió que lo representara públicamente para despistar a la prensa, cuando se casó con Lisa Marie Presley. También participé en el lanzamiento de su perfume y en varios actos oficiales. Pero más allá de eso, creo que lo que me diferencia es el nivel de compromiso emocional, y además que yo no tengo ningún tipo de cirugías ni nada. Nací como me ven y tengo muchas cosas en común con él, desde la cantidad de hermanos, hasta el orden en el que nacieron. Yo no me subo a un escenario a imitar, me subo a rendir homenaje con todo mi ser. Y la gente lo siente.

– ¿Transformarte en Jackson es una experiencia que va más allá de lo artístico para vos?
– Absolutamente. Hay algo espiritual. Cuando salgo al escenario siento una energía muy especial, como si él me acompañara. Claro que hay un trabajo técnico detrás, vocal, físico, gestual, pero hay un momento en que todo eso se disuelve y aparece algo más grande. Es una conexión con el público y con la esencia de Michael que me emociona cada vez.

– ¿Cómo te afectó su muerte? ¿Es verdad que querías poner punto final a tu carrera?
– Me afectó profundamente. Fue como perder a un hermano del alma. En ese momento sentí que ya no tenía sentido seguir. Estaba devastado, pero con el tiempo comprendí que mi misión era seguir manteniendo viva su memoria. Y que cada vez que me subo al escenario, él está allí, de alguna forma, a través del amor de la gente.

– Pasaron muchos años ¿Qué cosas extrañas más de él?
– Su luz. Su mirada. Su forma única de transmitir con solo una nota, con un paso, con una sonrisa. Michael tenía algo que no se puede explicar con palabras. Era un artista completo, pero también un ser humano lleno de sensibilidad. Extraño su capacidad de unir al mundo a través del arte. Y extraño nuestras breves pero inolvidables conversaciones.

– ¿Y qué atesoras de sus encuentros?
– Su humildad. A pesar de ser una leyenda, era muy cercano. Recuerdo perfectamente cuando me pidió ayuda para distraer a los medios durante momentos personales delicados. Que confiara en mí fue un honor inmenso. También su forma de tratar a todos con cariño. Era un ser muy especial y cada instante con él lo guardo en el alma.

– Si hoy estuviese vivo ¿Ante qué cosas del mundo estaría enfrentándose?
– Creo que estaría alzando su voz por la paz, por los niños, por el medio ambiente. Michael era un defensor incansable de las causas justas. Estoy seguro de que tendría mucho para decir sobre lo que pasa hoy en el mundo, pero lo haría desde el arte, con belleza y con verdad. Su compromiso con la humanidad era real.

– ¿De qué manera creés que perdura su legado?
– Su legado está en todos lados, en los artistas que lo citan como inspiración, en los niños que descubren su música por primera vez y se quedan fascinados, en los mensajes de paz, amor y justicia que siguen tan vigentes hoy. A veces, simplemente ver a alguien hacer un Moonwalk en la calle o escuchar un riff de Billie Jean me recuerdan que Michael está más presente que nunca.

DATO
Experiencia Michael Jackson. Con Sergio Cortés. Hoy, 22 hs. Teatro Sarmiento. Entradas numeradas: $60.000; Gold $50.000; Pullman $40.000; Gradas $30.000. Disponibles en boletería y en EntradaWeb.