“Hubo, una vez una historia de amor, pasión y sangre. 30 años después la historia continúa’… Esta semana, ante la prensa y figuras del ambiente -entre las que estuvieron Mirtha Legrand y Moria Casán- Pepe Cibrián dio su gran noticia: El año próximo estrenará Drácula: Resurrección, primera secuela de Drácula: El musical, que creó junto a Ángel Mahler (fallecido en mayo pasado) y que, producido por Tito Lectoure, vio la luz en 1991 y se consolidó como referente del género en el país. La noticia era rimbombante per se, pero más aún para los sanjuaninos, puesto que el consagrado director y libretista presentó a su co-autor: Pablo Flores Torres, a cargo de la música. El compositor, productor, director y actor sanjuanino (que recientemente estrenó el musical Deolinda y que prepara otro sobre Alberdi, ver aparte) tiene no solo el placer y el honor, sino también el enorme desafío de crear la banda sonora de esta continuación que debutará en abril de 2026 -a 35 años de la primera entrega-, que contará con coreografías de Hernán Piquín y con el Circo Rodas como aliado en la producción, lo que se vislumbra como un fabuloso despliegue en escena. Una pieza teatral, con una historia potente y muchos efectos, que cobrará vida dentro de una gran carpa que traerán de México y acondicionarán a tal fin (con la que planean girar); otra apuesta inédita de Cibrián, tal como hizo cuando instaló a su romántico vampiro en la entonces “catedral del boxeo’, el Luna Park.
“Nosotros empezamos a trabajar en algo similar hace mucho, pero ese proyecto se cayó por distintas razones. Luego Pepe lo resucitó con Martín Bianchedi en la música, pero tampoco se concretó. Hace un tiempo, Nicolás Pérez Costa, que es un gran amigo en común, me escribió desde España para contarme que Pepe estaba pensando en la música que en su momento empezamos y que quería que se la recordara. Le dije “obvio, claro que sí”. Ahí me llamó Pepe, me contó y me dijo “¿Estás listo para tomar esta posta, este legado?” Yo en ese momento… no sé… se me pasaron diez mil cosas por la cabeza, porque era muy fuerte todo; además uno sabe que habrá comparaciones, pero cerré los ojos y dije, “Confiá, vamos”. ¿Cómo no hacerlo?’, relató a DIARIO DE CUYO Pablo, que colaboró con Cibrián Campoy en Sherlock, de 2017. Fue entonces cuando se empezó a hablar de aquel Drácula Rock que Pepito comentó en la mesa de Mirtha Legrand, que iba a estrenar en 2019, pero quedó trunco. “Rescatamos algunas composiciones que había hecho, modificamos cosas, creé muchas otras… Es toda música nueva. Tiene guiños y la mística de aquel Drácula, claramente, porque es una continuidad; pero es mi música. Todo es original, por un tema de derechos y también porque queríamos que así fuera. Pepe participa del proceso, hay un ida y vuelta permanente y estoy dando todo de mí para estar a la altura de esta continuación, de este sueño y de esta criatura que tantas generaciones aman’, agregó todavía conmovido el artista sanjuanino, admirador del talento de Mahler, que se siente listo para esta responsabilidad. “A nivel artístico creo que lo puedo lograr y Pepe confía en mí, me lo dice, dice que me eligió para ser su co-autor’, valoró, muy a gusto también con el equipo de trabajo.
“Es un grupo increíble. Al lado de esos monstruos, de Pepe, uno se siente tan chiquito ¿no? Por más que uno tiene su camino, hay una antigüedad de trabajo que tienen ellos… A veces pienso ¿Qué sentido tiene todo esto? ¡Es una locura! Ahora, por ejemplo, en Circo Rodas y en las redes de Drácula sacaron un trailer con un avance de mi música y tuve devoluciones que me dan mucho ánimo’, contó el compositor, quien explicó que si bien está todo prácticamente escrito, se sigue trabajando a full.
“Ya conocemos a Pepe, que tiene una particularidad… Por ahí hay algo hecho y te presenta otra cosa nueva, reescribe algo, te pide que cambies algo, es un proceso. Pero él sintió que ya estamos asentados, que ya era hora y lo presentó oficialmente con fecha y todo. Además ya se vienen las audiciones… Y también por la magnitud monstruosa que va a tener de producción y de efectos especiales… Hay que armar en la carpa un teatro exclusivo para todas las cosas que necesita una puesta de semejante envergadura, es un delirio’, se entusiasmó, desestimando la sentencia que dice que segundas partes nunca fueron buenas.
“¿Por qué no vamos a permitirle a Pepe Cibrián, que escribió el musical más exitoso de la historia de habla hispana, hacer una secuela de ese musical que él creó? Puede ser algo no bueno, ¡increíble!, y más sabiendo todo lo que hay detrás, cómo se está laburando, el trabajo que estamos haciendo en pos de que sea lo mejor que se ha visto en la historia del teatro musical argentino. Esa es la vara. Acá no hay términos medios, es a matar o morir’, declaró, muy comprometido con esta apuesta, pero sin sacar los pies de la tierra.
“Mirá, esto volvió después de muchos años donde no me quedé quieto, hice obras acá, sigo estrenando, tengo musicales en Europa y un montón de cosas más… Insisto, creo que hay una madurez, creo que estoy preparado. Pero imagínate que estás haciendo nada más y nada menos que la secuela del musical más importante de habla hispana, que cuando se estrenó llenó 40 Luna Park! Estoy muy consciente sobre qué camino estoy caminando, sobre qué pasos estoy pisando. Ponerme a hacer la música de la secuela de esta monstruosidad, por más que yo fuera qué se yo… Beethoven, no deja de ser un cagazo tremendo. Pero ahí estoy.’
> Alberdi, en línea de largada
En paralelo al trabajo de Drácula: Resurrección, Pablo Flores Torres ultima detalles de Alberdi, su nuevo musical sobre la vida y obra de Juan Bautista Alberdi, que estrenará a comienzos de octubre en el Teatro Regina, con un elenco muy joven.
“Siempre digo que él es nuestro Hamilton (NdeR: Alexander Hamilton, uno de los “padres fundadores’ de los Estados Unidos). El musical norteamericano es muy popular. Fue mucho tiempo el disco de rap más escuchado de la historia y salió de un musical. A raíz de eso nacieron las ganas de hacer aquí la historia de Alberdi, donde también aparece Sarmiento, es fantástico’, adelantó el autor.

