‘No podemos esperar, estamos viejos’, dicen los denunciantes de los abogados Sonia Graciela Díaz y su hijo Gerardo David Carrizo Díaz, en un escrito presentado a la fiscal del viejo sistema procesal penal, Alejandra Bazán, donde finalmente se investigará la denuncia que realizaron hace cuatro años contra esos letrados y una de sus clientas, Susana Cabañas, por la falsificación de seis firmas en tres escritos que presentaron en un juicio civil. En ese escrito solicitaron que sean peritos de Gendarmería Nacional los que hagan las pericias, para descartar anomalías y confirmar lo que ellos sostienen de hace rato, a través de un perito propio: que las firmas no las hizo Cabañas.

En el fuero civil, los denunciantes encabezados por la ingeniera Zulma Ledesma, pretenden luz verde para fraccionar en 46 lotes una hectárea y media en Rawson (Cabañas y sus abogados se oponen), heredada del antiguo reclamo contra los responsables de ‘Condor Propiedades’, quienes los estafaron hace 37 años con un desarrollo inmobiliario. Los damnificados son 156, pero de ellos muchos murieron y no pueden avanzar con el loteo porque Cabañas, a través de sus abogados, se opone, por considerar que sale perjudicada.

En 2023, los abogados habían quedado imputados en el nuevo sistema acusatorio. Y aunque en la UFI de Delitos Especiales detectaron que las firmas eran falsas, se declararon incompetentes para intervenir porque cuando se supone que ocurrieron las falsificaciones de firmas, no estaba vigente esa nueva forma de investigar. Sin embargo en el viejo sistema resistieron recibir esa causa y fue la Corte de Justicia la que decidió que el caso quede en el antiguo sistema procesal penal.

‘Cuatro años y no se investigó nada. Lo más doloroso es la frase del (ex) fiscal, Renato Roca, de que no interesa quien falsificó las firmas, conforme a su pensamiento, no importa quién fue el autor del delito’, afirman en el escrito presentado ante la fiscal Bazán, a quien le pidieron denunciar si detecta irregularidades. De todos modos, Ledesma y los demás denunciantes agradecieron que, ‘por primera vez’, los recibiera un fiscal.