Platense esperó 120 años. Y en este primero de junio del 2025, venció 1-0 a Huracán en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero y se consagró campeón del Torneo Apertura 2025. El Calamar se impuso por la mínima gracias a un golazo de Guido Mainero, bordó su primera estrella en el fútbol grande y se clasificó a la Conmebol Libertadores 2026.

No hay mal que dure cien años. O ciento veinte. Platense es el campeón del fútbol argentino. Por primera vez, histórico. Algo que le costó más de la cuenta a uno de los tradicionales equipos de Primera División del fútbol argentino desde su génesis, ese fútbol porteño que fue imán para todo el país. En los comienzos, ahí estaba el Calamar, fundado el 25 de mayo de 1905 y cinco años después ya actuaba en la asociación oficial y en 1913 llegó a Primera División. De esos primeros años, quedó el primer subcampeonato. En la década que hegemonizó Racing, heptacampeón entre 1913 y 1919, Platense fue subcampeón en 1916, en un torneo de 22 equipos, a una sola rueda, a apenas cuatro puntos de la Academia. Ese año, además, quedó arriba de River, Gimnasia, Huracán, San Lorenzo, Boca e Independiente. Ya jugaban todos en los Primera.

La primera mitad tuvo muchas infracciones y los dos equipos utilizaron el arma de la pelota parada para lastimar a su rival. La más clara fue para Platense con un cabezazo de Leonel Picco que obligó a Hernán Galíndez a una volada extraordinaria. En la última jugada de la primera mitad se lesionó Augusto Lotti en Platense, motivo por el que la dupla Orsi-Gómez se inclinó por el ingreso de Ignacio Schor en el entretiempo.

Cuando pasaba poco y nada, el Calamar aprovechó una pelota parada y abrió el marcador. Guido Mainero venció la resistencia de Hernán Galíndez gracias a un balón que quedó picando dentro del área e hizo delirar al equipo de Vicente López a los 20 minutos del complemento. Platense supo aguantar la ventaja y levantó el título en Santiago del Estero luego de haber dejado en el camino a Racing, San Lorenzo y River, todos ellos en condición de visitante.

Volvió a Primera en 2021 y los hinchas están viviendo momentos inolvidables. En 2023 fue finalista de la Copa de la Liga, que perdió con Rosario Central en el Madre de Ciudades. En 2025, a una semana de festejar los 120 años, finalmente se consagró campeón del fútbol argentino por primera vez en su historia, el número 29 desde 1891. Y en 2026.

A la Libertadores
Además de la gloria deportiva, Platense obtuvo la clasificación a la edición 2026 de la Copa Libertadores, torneo que jugará por primera vez en su historia. Hasta ayer, Platense había perdido las tres finales que había jugado en sus 120 años de existencia.

Las lágrimas de Gómez dijeron todo

La tarde histórica en el Estadio Único Madre de Ciudades no solo consagró a Platense como campeón del Torneo Apertura 2025, sino que también dejó una de las imágenes más conmovedoras de la celebración: la del entrenador Sergio Gómez, desbordado por la emoción, con lágrimas en los ojos y el pasto de la cancha en su mano, dedicando el triunfo a su madre.

Apenas consumada la victoria y el pitazo final que selló el campeonato del “Calamar”, la euforia de los jugadores se fusionó con la profunda emoción. Gómez, visiblemente conmovido y llorando sin consuelo, se arrodilló sobre el césped, tomó un puñado de pasto del estadio que acababa de ver a su equipo hacer historia. Con la voz quebrada por la emoción, sus primeras palabras fueron un sentido homenaje a su madre, según repetía, en un gesto que conmovió a to

dos los presentes y a quienes seguían la transmisión. La imagen del entrenador, que guió a Platense a su primer título en la máxima categoría, aferrado a un pedazo de campo y dedicando el logro a uno de sus pilares, se convirtió rápidamente en el símbolo de la conquista.

La emoción de Gómez reflejó no solo el esfuerzo de una temporada, sino también el camino recorrido por el club y el significado de un campeonato tan anhelado. Sus lágrimas fueron las de un equipo y una hinchada que vieron cumplido un sueño.