El primer trimestre de este año se ha observado una recuperación de las exportaciones tradicionales de San Juan, lo que lleva a creer que al finalizar 2024 se lograrán revertir las escasas cifras que se estuvieron obteniendo en los últimos diez años. Las ventas al exterior de los sectores productivos tradicionales -sin contar el oro, la plata y otros metales estratégicos- sumaron U$S 87,4 millones, lo que representó un aumento del 37% respecto a igual período de 2023. Esta mejora sustancial que se ha alcanzado gracias a una serie de factores que han incidido favorablemente en un período de acomodamiento de la economía, merece seguir siendo apuntalada con medidas que son común a las que están solicitando todos los sectores de la producción, entre ellas reducción de impuestos, mejoras arancelarias y mayores facilidades para sacar los productos de la provincia y el país.
San Juan cuenta con una oferta exportable de 487 productos que tiene 177 destinos diferentes y es en este aspecto en el que hay que trabajar para que la producción sanjuanina no salga sólo como materia prima, sino que lo haga de manera industrializada.
Hay que tener en cuenta que el sector exportador tradicional sanjuanino está conformado por los sectores mineros no metalíferos, los productos agropecuarios, vitivinícola, olivícola, agroindustrial e industrial. En 2011 y 2013 se vendió al mundo entre U$S 550 y 560 millones, una cifra récord que no se volvió a repetir llegando a su piso más bajo en 2023 con tan solo U$S 301 millones, lo que se cree que ahora podrá superarse con acciones prácticas y contundentes en favor de las exportaciones.
Entre los factores negativos que incidieron en la caída de las exportaciones y que ahora habría que evitar figura la imposición de impuestos a las exportaciones -retenciones- de las economías regionales. También la política adversa de ese período en cuanto al tipo de cambio y dificultades para disponer y liquidar divisas; problemas de competitividad; la crisis hídrica por la sequía histórica que impactó en la producción primaria y menores superficies pasando desde el período 2006-2007 de 104.500 ha. a 50.000 ha en el período 2020-2022, según informes del INTA.
En relación a la recuperación de las exportaciones tradicionales se puede decir que uno de los sectores que aumentó fue el minero con la salida de cales, dolomita, bentonita y carbonato de calcio en un 57% más que el año pasado. En frutihorticultura las ventas de uva de mesa, ajos, cebollas y ciruelas entre otros, aumentaron un 42%. En vitivinicultura de la mano de la pasa de uva, el mosto y la uva de mesa las ventas crecieron en un 41%. En olivícola, las sequías históricas en Europa provocaron el mayor crecimiento en valor para esta actividad, el 151% de aumento. En la industria el crecimiento fue sólo del 4% y en Agroindustria, del 32%.
Las perspectivas favorables para la recuperación de las exportaciones se ven alentadas por algunos cambios económicos y las desregulaciones de las operatorias vinculadas al comercio internacional desde diciembre pasado. Esto es lo que puede llegar a sostener en el corto y mediano plazo al sector siempre y cuando se profundice las medidas que los exportadores están reclamando.
