No alcanzó. Quedan 90 minutos y en Brasil, nada más ni nada menos. Casi una misión imposible para un River Plate que volvió de la muerte en la Copa Libertadores al caer por 2-1 ante el Palmeiras en el partido de ida de los Cuartos de Final. Es que después de un primer tiempo de terror, el Millonario encontró la esperanza en el mismo final del partido con el descuento de Martínez Quarta para ir a Brasil con otro ánimo. Ahora, un gol abajo, dejó abierto todo para la clasificación.
Una pesadilla. 20 minutos de absoluto desconcierto marcaron el errático comienzo de partido para un River Plate que vio por momentos como el Palmeiras jugaba. Corriendo de atrás, llegando a destiempo, lento, con dudas. Así fue el inicio del Millonario que a los 5′ empezó a perder con el cabezazo de Gustavo Gómez que no tuvo demasiada oposición en Armani. Ese 1-0 desató todos los fantasmas en un River que no acertó en el planteo de partido porque con línea de tres atrás y mucha gente en el medio, terminó sufriendo el sólido andar de un Palmeiras que jugó como quiso. Tuvo un remate en el palo de Evangelista, luego Portillo salvó de milagro, Armani sacó un tiro libre infernal marcando que todo era brasileño. Sobre los 25′ River pudo tomar aire. Se rearmó, llevó el partido a otro terreno pero cuando parecía que el cierre de la primera parte sería tranquila, entre López y Vitor Roque armaron un jugadon para poner 2-0 al Palmeiras enmudeciendo al Monumental.
En el complemento, Gallardo decidió cambiar de modelo. Adentro Quintero, regreso al formato de línea de cuatro para mejorar ostensiblemente al menos en el manejo de la pelota. Le faltó profundidad pero ya fue otro River. Y fue arrimándose al área de Palmeiras para crearle complicaciones. No tuvo mano a mano, pero inquietó a Weberton y eso lo potenció desde lo anímico. Hubo un penal sobre Montiel que quedó en nada por un offside del propio Montiel. Ahí parecía que se morían las esperanzas Millonarias pero a los 44′ Martínez Quarta probó de afuera para descolocar al arquero del Palmeiras y acortar distancias. Ya no era estar dos abajo, era creer que se podía. No le alcanzó pero volvió a estar en partido en esta serie con un resultado final que maquilló un primer tiempo de terror.