Desde su fundación, el 13 de junio de 1562, San Juan fue consolidando un crecimiento poblacional que si bien no fue exponencial ni explosivo, fue constante y ha llegado en la actualidad a determinar que esta provincia esté posicionada como una de las jurisdicciones del país que más ha crecido en varios aspectos, a pesar de las numerosas tragedias que le han tocado atravesar, como terremotos y otras contingencias climáticas, además de los procesos de inestabilidad social que se dieron a lo largo de su historia.
El crecimiento poblacional revelado por el Censo 2022 ubica a la provincia como un distrito del que no se han producido grandes emigraciones masivas, sino que por el contrario ha logrado contener buena parte de su población como una clara actitud de preferencia a un estilo de vida propio y característico de los sanjuaninos.
Con valores de población realmente muy bajos en las primeras décadas de vida, San Juan tuvo en sus inicios serias dificultades en el vínculo que se dio entre los conquistadores que llegaron junto a Juan Jufré y los aborígenes que residían en estas tierras conocidos como Huarpes. De todas maneras para 1825 -que es cuando se tienen los primeros registros censales- la ciudad de San Juan ya tenía una población de 7.000 habitantes, mientras que la provincia llegaba a los 25.000. Veinte años después, en 1845, la población superaba a nivel provincial los 40.000 habitantes. Así llegamos a 1895, con 84.450 habitantes y en 1914, se supera el centenar con 119.252 habitantes. A partir de ese momento el crecimiento comienza a ser más contundente hasta 2010, en que se alcanzan los 680.427 habitantes. El último censo oficial del 2022 determinó que la población de San Juan ha llegado a los 818.234 habitantes.
Este crecimiento poblacional se ha dado en varios ámbitos, particularmente en departamentos de la periferia del Gran San Juan, como Pocito, San Martín, Zonda, Ullum, Albardón y Caucete. Estas han sido las jurisdicciones donde la población ha aumentado en mayor proporción, alentada por diversos factores como la construcción de viviendas; la implementación de una mayor cantidad de servicios públicos; el mejoramiento de escuelas, la creación de instituciones de nivel terciario y de capacitación laboral y de carreras universitarias, entre otras mejoras en general.
Lógicamente que no todo se presenta tan favorable, por más que se hayan creado muy buenas condiciones para el asentamiento de la población, siguen habiendo muchos jóvenes que expresan su intención de dejar la provincia en busca de nuevas posibilidades que, según afirman, aquí no tienen.
Lo que ha incidido para que San Juan a 462 años de su fundación se haya ubicado entre las provincias que ha logrado no sólo contener a su población, sino aumentarla en términos apropiados, es que posee uno de los niveles de vida considerado como más aceptable del país. Con lógicas excepciones la gente tiene en esta provincia un modo de vida que se caracteriza por su tranquilidad, facilidad para movilizarse y realizar diversas actividades recreativas y para llevar una vida de relación con sus pares mientras realiza tareas laborales.
