Era clave. Indispensable y vital para sostener las esperanzas. Era ganarlo o ganarlo y San Martín metió un partido clave contra Gimnasia de La Plata al que venció por 1-0 con un gol de Iacobellis. Con la victoria, el Verdinegro quedó a un punto de Talleres en la Tabla Anual y le metió presión a varios. Le costó encontrarlo a San Martín. Con más presión en el primer tiempo y con otro libreto en el complemento. Pero lo importante era ganarlo y lo consiguió, recuperando ese poderío en el Pueblo Viejo que es vital para pensar en la permanencia.

Goleador. Maestro Puch intenta pero no llega a conectar. San Martín quiso más y con un penal, logró un triunfo vital.

Un arranque a fondo, un final apagado. Así fue el primer tiempo de este San Martín que insinúa mucho pero no puede salir de sus limitaciones. Comenzó presionando, con mucha gente en campo de Gimnasia y con la sociedad del Pulpito González con García Lafluf para darle juego al ataque. A los 18′ García tuvo una chance y se le fue desviado, a los 30′ Maestro Puch no pudo resolver. San Martín iba pero asi en esa insistencia, perdía lucidez. Y claro, Gimnasia le apostó todo a la contra y con algunos espacios asustó con Panaro un par de veces y con un cabezazo que Borgogno tapó a puro reflejos. En los últimos 15′ San Martín fue puro centro, desde los dos costados para un centrodelantero que no tiene. Así, todo debía terminar en un inexpresivo dominio al que siempre le falta gol.

Pero en el complemento, en el amanecer mismo, San Martín encontró esa respuesta ofensiva que tanto buscó. A los 7′ la armaron González con Portillo, llegó el centro para Salle en el área y Suso metió la mano para cometer penal. Un penal que Iacobellis cambió por gol para poner a San Martín arriba. Esta vez, sin haber insistido tanto, tuvo premio. De ahí en adelante, el Verdinegro ya no presionó tan alto, se replegó y le dejó todo el peso a Gimnasia. Llegaron los cambios y San Martín decididamente se plantó para resolverlo en la contra.

En el tramo final, San Martín decididamente jugó a sostener esa mínima y vital ventaja. Romagnoli priorizó el equilibrio y terminó cerrando la noche de Concepción con un triunfo que sirve en todo sentido para San Martín. Recortó con los de abajo, se dio un baño de confianza y ahora visitará a River con otra cara.