La consigna es sumar todo lo que se pueda pero en el medio, este San Martín está intentando priorizar el método. Así, con una buena producción como equipo y apoyando en un par de individualidades de gran partido, el Verdinegro terminó empatando sin goles con Rosario Central en el Gigante de Arroyito y bajo la lluvia, con Di María en cancha. Un combo complejo que resolvió bien San Martín que en el primer tiempo fue más que el local, con un par de llegadas que no terminaron en gol sanjuanino de milagro. En el complemento, la presión Canalla lo obligó a cambiar de libreto pero respondió más que bien para justificar esta cosecha fuera de San Juan.

Desequilibrante. Santiago Salle volvió a ser decisivo en el rendimiento de un San Martín que jugó bien en Rosario y sumó ante Central.

En el inicio, la sorpresa fue Verdinegra porque San Martín salió a buscarlo a Central y con la movilidad de Salle, la entrega de Watson y el vértigo de Tomy Fernández incomodó a Dí María y compañía. A los 3′ Tijanovich probó desviado y a los 10′ Fernández exigió a Broun con un taco que no entró de milagro en el primer palo. Era más San Martín con el trabajo de Salle y Portillo por la derecha y con eso contenía las ganas de Central. Un Rosario que recién a los 21′ dio señales cuando Ibarra probó a Borgogno a la salida de un tiro libre. Volvió a llegar con Tijanovich pero su remate se fue desviado. A los 36′ respondió Veliz con un cabezazo para el local y a los 42′ Borgogno tapó un mano a mano con Cantizano.

Ataque. San Martín fue más profundo en el primer tiempo ante Central y estuvo cerca del gol.

En la segunda parte, San Martín ya se replegó más. Se ordenó mejor inclusive y dejó que el gasto lo hiciera un ansioso Central que movió el banco con Campaz en cancha y más presión. No le alcanzó para desacomodar el trabajo de Watson y la defensa. Di María no pudo con Diarte y eso fue decisivo. Con el correr de los minutos, San Martín empezó a cerrar el partido, sabiendo que el punto le servía. Tocó el banco Romagnoli y le dejó toda la ansiedad a un Central que no tuvo demasiadas ideas. Llegó el final y el Verdinegro demostró que así, se puede.