La bala se coló por el costado izquierdo de su cuello y lo atravesó hasta estrellarse contra el maxilar derecho, provocándole un gran daño. Tuvo suerte Tiago Ortiz (25) la madrugada del domingo 6 de abril pasado, porque justo donde estaba herido, el domicilio de su amigo en el barrio Güemes, Rawson, llegaba un remis con una mujer, amiga de la dueña de casa, para que ambas salieran a bailar. Y el chofer torció entonces el rumbo a mil hacia el hospital Rawson, con Ortiz prácticamente inconsciente ya que había perdido mucha sangre. Lo operaron, pasó a terapia intensiva con un pronóstico reservado, pero se recuperó y cuando lo trasladaron a terapia intermedia le cayeron los investigadores para que explicara qué había pasado, porque hasta ese momento su amigo, Lucas Carbajal, había sido detenido y estaba imputado de intentar matarlo de un tiro. Había mentido sobre cómo ocurrieron los hechos y, ante el juez, no dio su versión.

Los pesquisas dirigidos por el fiscal coordinador, Francisco Micheltorena, y el ayudante fiscal, Emiliano Pugliese (UFI de Delitos Especiales) habían pedido la detención de Carbajal, por mentir: dijo que cuando salía de su casa se topó con su amigo tomándose el cuello, herido, pero de otros testimonios y de las pericias practicadas en la vivienda, se desprendió que resultó baleado en la habitación de Carbajal. En ese lugar hallaron manchas de sangre a pesar de que uno de los hermanos de Carbajal había limpiado y otro hermano hizo desaparecer el arma por recomendación de su madre, quien declaró que Ortiz había llevado esa arma que ella escondió y se la volvió a dar cuando se la pidió.

Cuando Carbajal fue sentado frente al juez para conocer qué delito le imputarían, las pruebas en su contra y el pedido para que siguiera preso, se abstuvo de declarar y le dictaron prisión preventiva.

El primer intento por entrevistar a Ortiz en el hospital para que declare y aclare, tampoco fue posible, porque cuando pasó a terapia intermedia aún estaba convaleciente y no podía hablar. Se pensó que esa posibilidad se daría luego de que lo operaran para ponerle una prótesis, el lunes 14 de abril pasado, pero al otro día Ortiz se fue del hospital, dijeron.

Y desde entonces no pudieron encontrarlo. Según fuentes judiciales, en las últimas horas su madre se comunicó para decir que lo presentará la próxima semana, luego de que lo operen.

Hasta ese momento, seguirá la incertidumbre, porque Ortiz ya dijo por redes sociales que desligará a su amigo Carbajal. Sin embargo, a los pesquisas no les cierra que el sospechoso no dijera desde un principio que nada tuvo que ver y que el propio Ortiz se autoagredió (a propósito o accidentalmente). A la propia víctima tampoco parece urgirle sacar a su amigo de la cárcel, contando la supuesta verdad sobre el ataque en Fiscalía, para desvincularlo.

El resultado de una pericia también es clave: la prueba de absorción atómica, practicada tanto en Ortiz como en Carbajal, para saber si tenían restos de la deflagración del disparo en sus manos y en sus ropas. Esa prueba podría indicar quién fue el autor del disparo.