Tras cumplir sus 70 años el 9 de marzo pasado; recientemente Francesca Romana Rivelli, más conocida como Ornella Muti fue ovacionada por el público en el Festival de Cine de Giffoni donde recordaron su ópera prima, La mujer más bella; inspirada en la historia de Franca Viola, la primera italiana en rechazar una boda forzada. Ícono de un cine popular que desafió los tabúes de su país luego de 1968, en la actualidad habita en una antigua abadía de Lerma, pequeño municipio de Alessandria (Piamonte, norte de Italia) con su hija Naike Rivelli -de quien nunca reveló el nombre de su padre-, dedicada a la meditación y el yoga, en pareja con el joyero Fabrice Kerhervé.
Considerada la artista más taquillera de su época, ella nunca se sintió una diva. “En realidad, ni siquiera quería ser actriz: simplemente sucedió’, recordó quien dejó su huella en el cine de los grandes maestros, si bien su sueño era ser bailarina.
Sin formación técnica, la también madre de Carolina y Andrea – fruto de su matrimonio con Federico Fachinetti- confesó que confió en los realizadores para hacer carrera. Y, si bien reveló que cuando joven se sintió abrumada, dijo que hoy se diría: “No tengas miedo de atreverte’. Tal fue su fama que recibió ofertas en Francia, España y Alemania y, aunque en 1980, debutó en Hollywood en el film Flash Gordon, retornó a su Italia siempre prefiriendo su vida a su carrera.



Tips. En 1994 fue elegida en una encuesta mundial por la revista Class como la mujer más guapa del mundo pero minimizó su éxito: “Represento un tipo de mujer común, un poco vil, un poco ingenua, pero normal, sin traumas, ni complejos psicoanalíticos’.

