Ya sin varones en competencia, Argentina sigue de pie en Wimbledon gracias a Solana Sierra (101°), quien ingresó al cuadro femenino como lucky loser y dio el batacazo al avanzar a los octavos de final tras vencer a Cristina Bucsa (40°) por 7-5, 1-6 y 6-1.
Sin embargo, lo que hizo histórica su clasificación no fue solo el contexto en el que entró al torneo, sino también la forma en la que se quedó con la tercera ronda.
Pese a que en líneas generales mostró un buen rendimiento, la representante albiceleste fue su propia víctima en un momento de tensión, donde revoleó su raqueta y se lesionó el dedo sin querer. “No puedo agarrarla”, llegó a pronunciar.
Aunque le costó retomar ritmo (e incluso perdió algunos puntos) pudo contra el mal momento, aseguró el triunfo sobre el final y se convirtió en la primera mujer de su país en meterse entre las 16 mejores de este circuito desde 2004, momento en el que Paola Suárez lo logró por última vez.
Con este resultado, se asegura subir 35 puestos en el ranking y un premio de 240.000 libras (equivalente a 327.000 dólares) por su rendimiento en el certamen. este reconocimiento económico representa el doble de las ganancias que la jugadora había ganado en toda su carrera.
De superar la ronda siguiente, si clasifica a los cuartos de final su premio ascenderá a los 540.000 dólares, ganaría por 12 horas de trabajo, de lo que embolsará por 84 horas arriba de la bicicleta el ganador del Tour de Francia (NR: que empieza hoy en Lille y que otorga a su vencedor 500.000 dólares):
Ahora la sorprendente tenista marplatense se medirá con la alemana Laura Natalie Siegemund, que ayer venció a la estadounidense Madison Keys por 6-3 y 6-3. Y de pasar a cuartos aparece en su horizonte la bielorrusa Aryna Sabalenka, 1 del mundo.