El próximo lunes será clave para la licenciada en historia y exinvestigadora del Conicet, Luciana Teresita Bustos. Con 35 años recién cumplidos, ese día sabrá si los jueces Gerardo Fernández Caussi, Guillermo Adárvez y Matías Parrón, anularán la investigación desde el inicio o la absolverán por entender que le dio 7 puntazos y le causó la muerte al profesor de educación física, Marcelo Amarfil, en ‘legítima defensa’ porque él la atacó sexualmente; eso pidieron sus defensores Néstor Olivera y Fabiana Salinas. También pueden resolver condenarla a prisión perpetua por homicidio agravado por el vínculo sentimental que tenían y la alevosía en la manera de atacarlo (cuando estaba indefenso), tal como solicitaron los acusadores, el fiscal, Francisco Pizarro y la ayudante fiscal, Gemma Cabrera, y el defensor oficial y su ayudante, Andrea Heras (representan a una hermana de la víctima). Aunque podrían decidir, en base a un análisis de la prueba aportada en el mismo hecho, que pudo cometerse otro tipo de homicidio (el tribunal tiene esa facultad) y aplicar una condena menor a la imputada.
Las cartas están sobre la mesa. Ayer, la acusada insistió en que era muy amiga de Amarfil, que lo ayudaba económica y emocionalmente, porque por esos días él no estaba bien de ánimo a causa de haber perdido a su madre. Que la noche previa al crimen (ocurrido el 17 de enero de 2024), la invitó a comer y, al concluir, ella le propuso dar una vuelta porque él no quería volver a su casa. Que fue ahí que se internaron en su auto en una calle oscura de Las Chacritas, 9 de Julio, hasta que en un momento sacó una esposas de cuero, se las puso y le puso el antifaz e intentó violarla. ‘Vida quedate tranquila, sabés que sos mía’, le dijo -aseguró- pero cuando ella se resistió y le pidió que la llevara a su casa, se autoprovocó cortes en los brazos, hasta que ella le quitó el cuchillo y lo atacó. ‘Era mi vida o la suya (…) lamentablemente tuvo que pasar esto para que yo recapacite y me valore’, dijo la acusada, que además trató de homofóbico a su ‘amigo’.
Su Defensa también remarcó el tinte de violencia de género que tuvo el ataque de la víctima, a quien le atribuyeron haber planificado todo.
Para Fiscalía y la Parte Querellante, en cambio, ambos mantenían una relación sentimental a espaldas de la pareja mujer de ella, situación que se reflejó en el intercambio de mensajes por WhattsApp. Y a diferencia de la teoría de la Defensa, consideraron que esa noche ella le puso Amarfil la esposas y el antifaz, que tuvieron relaciones consentidas y que en un momento, cuando estaba indefenso, lo atacó hasta darle muerte. Una prueba de ADN con restos de semen y de fluidos de ella en el asiento del conductor, son para los acusadores la prueba de que hubo sexo consentido. También el testimonio de los psicólogos que la retrataron como una psicópata con rasgos perversos (situación negada por sus defensores) que tenía conflictos con su sexualidad.
El lunes, el tribunal decidirá sobre el planteo de nulidad de la Defensa. Si la declara culpable o no, y porqué tipo de homicidio.
