La jueza de Garantías, Flavia Allende, quedó convencida ayer de que fue el cabo de la Policía, Gustavo Coria (32), y no otro, el que sustrajo dos baterías de 110 amperes de un camión IVECO estacionado en la planta potabilizadora de OSSE en Marquesado, Rivadavia, donde cumplía tareas de vigilancia. Y así, adhirió completo al pedido de condena del fiscal, Adolfo Díaz, y la ayudante fiscal, Victoria Martín: le aplicó 1 año y 6 meses de prisión en suspenso (sin detención efectiva) y el doble tiempo de inhabilitación para ejercer cargos públicos por el delito de hurto, agravado por su condición de ser funcionario policial.

Durante el juicio, Coria dijo que la noche en que ocurrieron los hechos había estado en la oficina que le destinaban para la vigilancia del predio de OSSE, viendo la final de la Copa América entre Argentina y Colombia. Y ese fue uno de los motivos por los que su abogada defensora, Viviana Belén, pidió que sea absuelto por el beneficio de la duda, ya que -según su opinión- no es su cliente el sujeto que quedó registrado en las cámaras de seguridad del predio, cargando las baterías rumbo a una medianera. Ayer, la abogada anticipó que impugnará el fallo para que lo revise y lo revierta un juez del Tribunal de Impugnación ya que, además, las baterías hurtadas no fueron encontradas en poder de su cliente.

La Defensa insistió en que la persona que muestran las cámaras en pleno hurto fue otra y no el cabo Coria.

Había sido el jefe de seguridad de la planta potabilizadora, Víctor Flores, quien denunció la sustracción de las baterías la noche del 14 de julio del año pasado. Para entonces, uno de los camioneros le avisó que, la noche del 10 de julio, también habían sustraído una batería de 180 amperes de un camión Ford, justamente en el horario en que Coria cumplía un servicio adicional de vigilancia.

Sin embargo no hubo registros de cámaras de seguridad u otras evidencias para reforzar las sospechas contra Coria sobre ese episodio, y por eso llegó a juicio sospechado de la sustracción de las dos baterías del IVECO. Todo indica que el hurto comenzó a ocurrir exactamente a las 21,28 de aquella noche, cuando fue desactivado el GPS del camión. A esa hora, en las cámaras registraron una serie de maniobras de un sujeto en la zona de camiones que, para Fiscalía, fue Coria sin lugar a dudas.